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Angela Merkel recibe críticas de diversos sectores

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El Gobierno alemán desmintió ayer versiones de que habría cambiado radicalmente de postura y estaría dispuesto ahora a aceptar la salida de Grecia de la Zona Euro. "No hay cambio de postura", aseguró en declaraciones a la agencia DPA el vicevocero de la canciller Angela Merkel, Georg Streiter.

Horas antes, el vocero de la líder alemana se había limitado a decir que Alemania partía de la base "de que en el futuro Grecia seguirá cumpliendo estos compromisos".

El semanario alemán Der Spiegel adelantó el sábado un artículo en el que afirmaba, basándose en círculos gubernamentales germanos, que Berlín ya no se aferra a la permanencia de Grecia en la Zona Euro "a cualquier precio" y considera que la situación del bloque "es lo suficientemente estable" como para soportar la salida de Atenas del euro.

Para los medios alemanes, la canciller y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, ambos de la conservadora CDU, intentan presionar a los electores griegos o al jefe de la oposición, Alexis Tsipras (Syriza, izquierda radical), quien podría dirigir el Gobierno tras las elecciones legislativas, lo cual ha suscitado críticas.

El presidente del partido alemán La Izquierda, Bernd Riexinger, acusó al Ejecutivo de "intentar desestabilizar" a Grecia de cara a un probable triunfo de la izquierda, que ya anunció la intención de acabar con la política de ajustes y reestructurar la deuda externa.

"Con esta indiscreción de forma intencionada, el Gobierno lanza una bomba que puede hacer escalar la crisis en Grecia", advirtió el líder opositor a la versión digital del diario Handelsblatt.

El economista Peter Bofinger, un asesor de Merkel, advirtió de las consecuencias de la escisión de Grecia de la Zona Euro.

"Un paso de este tipo traería aparejado riesgos elevados para la estabilidad de la Zona Euro", dijo al dominical Welt am Sonntag. Agregó que probablemente "se estaría dejando salir de la botella a un genio difícil de controlar".

El subjefe del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata, Carsten Schneider, previno que una salida de Grecia sería "aventurera" y "muy peligrosa". Por el contrario el supuesto viraje de Merkel fue recibido con beneplácito por los euroescépticos Alternativa para Alemania (AfD).

Deberes y derechos

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"La exacerbación de los derechos conduce al olvido de los deberes", nos decía la encíclica Caritas in Veritate (2009), de Benedicto XVI.

Cerrada la campaña electoral, uno de los lugares comunes del discurso de la mayoría de los candidatos, fue el énfasis en la reivindicación de los derechos.

Cierto es que aún persisten muchas inequidades y brechas que subsanar. Casi todos los candidatos coinciden en el diagnóstico. Sin embargo, en las propuestas de soluciones difieren y nos encontramos con programas que exacerban los derechos, sin mencionar los deberes que competen a cada grupo social (no sólo a unos pocos).

Es pertinente que las futuras autoridades de gobierno recuerden la importancia que juegan los deberes, no sólo en el ámbito público y privado, sino también y, sobre todo, en la cultura.

Sin deberes, los derechos pueden volverse arbitrarios y terminar socavando el bien común. Si creemos que somos sólo titulares de derechos, nunca asumiremos el rol que nos cabe en el trabajo diligente y solidario por el desarrollo integral propio y de los demás.

Todos debemos aportar a un mejor país, no depende sólo del gobierno de turno.

El Estado, el sector privado y la sociedad civil, son ámbitos complementarios desde los cuales podemos construir. "Compartir los deberes recíprocos moviliza mucho más que la mera reivindicación de derechos" (Caritas in Veritate, 43).

Por eso, es una señal negativa cuando encontramos desinterés y baja participación, ya que el deber ciudadano primordial es participar a través del voto.

Sin ese primer gesto de responsabilidad, vamos perdiendo el derecho a pedir cuentas a las autoridades y situándonos al margen de la democracia y la libertad.

Samsung se toma la competencia en serio

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En el universo de las tablets existe cierto consenso en pensar que, contrario a lo que ocurre en el segmento de los smartphones, donde la lucha está equiparada, el iPad, la tablet de Apple, estaba, hasta ahora, un paso por delante de su competencia. Y decimos hasta ahora, porque Samsung ha dado un importante paso en este mercado, con el lanzamiento de su nuevo producto, la Galaxy Tab S.

¿Cuáles son sus principales características? Una pantalla Super Amoled con resolución QHD (es decir, cuatro veces full HD) que brinda un excelente despliegue de color y nitidez. Un procesador 100% enfocado al rendimiento, de óctuple núcleo acompañado de 3 GB de memoria RAM que, según las pruebas que pudimos realizar, mantiene un buen funcionamiento hasta en las tareas más exigentes como ver videos en alta resolución o jugar en 3D.

Samsung tradicionalmente se ha destacado por incorporar excelentes cámaras a sus dispositivos de gama alta y la Galaxy Tab S no es la excepción: cuenta con una cámara trasera de 8 megapíxeles con todas las características de su teléfono estrella, el Galaxy S5, lo que significa un avance para el segmento. También incluye una mejorable, pero decente cámara frontal de 2.1 megapíxeles para las populares selfies.

Su diseño es digno de mención. La marca coreana ha aprendido de sus errores, incorporando en la Galaxy Tab S un acabado con bordes de metal y tapa trasera texturizada que, si bien no sorprenderá a los asiduos a la tecnología, sí logra un equilibrio entre funcionalidad y robustez. Algo que sí causará sorpresa es su peso, apenas 294 gramos en una tablet de 8.4 pulgadas. No es menor: Samsung ha logrado incorporar todas las características de su principal competidor, el iPad Mini, en la mitad de peso. Si a esto le sumamos que la Galaxy Tab S cuenta con una batería de 4.900 mAh cuyo rendimiento permite varios días de uso continuo, no se puede sino reconocer el avance realizado con este producto y a la vez sirve para aplacar un problema, pues uno de sus puntos flacos es el cargador, que toma mucho tiempo para recargar la batería.

Un diseño robusto y liviano, un buen rendimiento, una pantalla de las mejores del segmento, una buena cámara y una batería de alta capacidad convierten a la Samsung Galaxy Tab S de Samsung en una buena opción. Si a esto le sumamos algunos extra como su lector de huellas dactilares (que no funciona tan bien como en los dispositivos de Apple pero sin embargo lo tiene) e infrarrojos para utilizarla como un control remoto universal, podemos decir que la Tab S es una considerable alternativa de cara a las compras navideñas en el segmento de tablets pequeñas, con una mejor relación precio/prestaciones que su competidor directo, el iPad Mini.