Dormir con la papa
Todo empezó con el consejo de una buena amiga: si te duelen los huesos, las rodillas, la espalda o si tienes molestias de ciática o lumbago: ¡duerme con una papa!
Aparte de encontrar divertido el secreto de naturaleza, me dispuse a meter una papa en mi cama. He aquí que, sugestión o no , mi rodilla artrósica me molesta solo cuando me río ( como el famoso chiste). He sido publicista de la fórmula y es así como tengo a varias(os) de mis amigas(os) durmiendo con una metida entre los cobertores.
Ulises es la famosa novela del escritor irlandés James Joyce(1882-1941) .Una obra audaz que ha influido poderosamente en la novela contemporánea, según los estudiosos de todo el mundo. Hay libros, tesis, memorias, ensayos y artículos sobre el mamotreto de más de doscientas sesenta mil palabras , de un vocabulario riquísimo y de una singular forma del relato. La acción de la novela transcurre en un solo día ,el 16 de junio de 1904, en Dublín. Un día de vidas mezcladas o separadas de numerosas personas que deambulan, viajan, se sientan, charlan, beben, sueñan y ejecutan diversos actos fisiológicos y filosóficos, importantes algunos, intrascendentes otros.
"El último lector" del argentino Ricardo Piglia, no es la excepción, de quienes diseccionan el Ulises, tanto desde la visión del autor como de los lectores. Piglia analiza un acápite de la novela y de la traducción. Uno de los personajes centrales es Leopoldo Bloom, modesto agente de anuncios, contratista de avisos para ser exacto. Los mejores traductores al español se las vieron negra con el relato sobre que él se tanteara a diario el bolsillo trasero del pantalón para comprobar si trae la llave de su casa y encuentra para su alivio, una papa (Potato I have). Es decir, era más importante la papa que la llave, deducían. Incluso en encuentros amorosos extramatrimoniales aparecía la papa.
Los especialistas no captaban el sentido, ni el contexto, y traducían papa como zanahoria entendida como bobería o tontera, solo al llegar al final del capítulo captaron que se trataba de un asunto médico: Bloom ,el personaje, sufría de reuma y era frecuente que sintiera una punzada de ciática en su glúteo izquierdo. Llevar una papa en su bolsillo era una demostración de su fe en la virtud curativa de esta, que se lo enseñó su madre también artrítica y un viejo remedio natural de Irlanda. El propio James Joyce sufría de reuma, enfermedad que lo dejó ciego . Trasladó entonces su propia vivencia al personaje de una de las novelas más importante de la literatura europea. En la tradición de los católicos irlandeses ,a los que pertenecía Joyce ,la papa condensaba múltiples cualidades y constituía la base de la alimentación de las clases populares.
Humilde tubérculo ,con historia. Y los irlandeses, al igual que algunos de nosotros, confiamos además en que ella pueda servir para aliviar nuestros dolores físicos. Por mi parte me sentí de lo mejor viviendo una sencilla experiencia igual al personaje de una novela ¡ y no cualquier novela!