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Un poeta que supo reflexionar sobre el tiempo y el espacio

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Un libro con un largo título. "Sobre las intrincadas relaciones del espacio y el tiempo", es la tercera publicación de Juan Miguel Cancino, en su faceta poética.

El rector de la Ucsc leyó y presentó parte de esta obra en el Centro de Extensión de la casa de estudios, la tarde del lunes, frente a un entusiasta marco de público.

Luego de publicar "Regresos al modo de Gabriela" (2012) y "Divagario" (2013), Cancino intenta acá conocer y explicar importantes materias metafísicas y religiosas. Ello mediante el juego retórico de la pregunta y de la pregunta que responde en otra interrogante, o de las comparaciones y analogías, que permiten producir inquietud y asombro.

Junto con comentar que algunos de estos poemas fueron escritos hace 16 años, logrando madurar para su publicación, el autor afirmó que su obra se nutre principalmente de San Agustín y de Rilke, en relación a las preguntas del hombre, quién es y cuál es su destino. "El libro va más allá. Parte desde qué es el mundo en que vivimos y luego utiliza algo de lo que sabemos en ciencias, de que los grandes seres y espacios funcionan a grandes escalas, y lo pequeño en tiempos muy breves", explicó.

Aquello, dijo, nos liga con el tamaño del cosmos, que es único. "También con Dios, que es único, y que lleva a una explicación de esto último, y está en su grandeza, en su corazón, así puede amar", agregó.

Respecto de un próximo trabajo, adelantó que prepara uno para publicar en agosto de 2015, fecha en que en la Universidad Católica de Ávila se van a celebrar los 500 años del natalicio de Santa Teresa de Jesús de Ávila.

"Estoy leyendo a Santa Teresa, a San Juan de la Cruz y otros santos carmelitas para tratar de entender el espíritu carmelitano, es mi desafío", señaló la autoridad académica.

ESPACIO Y TIEMPO

Tulio Mendoza, poeta y director de Ediciones Etcétera, sello bajo el cual apareció el poemario, comentó que "en el relato gradual de estos poemas, hallamos en su columna vertebral toda una cosmología y una cosmogonía. Leyes generales y particulares, por decirlo de alguna manera, y una atenta mirada que toma conciencia del temblor de la carne humana frente a la inmensidad inabarcable del universo".

Durante la presentación, señaló que el poemario "reflexiona de un modo muy dinámico y acertado, gracias a la doble condición de poeta y hombre de ciencia del autor, sobre las intrincadas relaciones del espacio y el tiempo. Sobre el amor a Dios, la eternidad y cómo la lengua, materia prima con la cual trabaja el poeta, designa, nombra, resuelve, crea, a fin de cuentas, una nueva realidad (la obra artística)".

Según Mendoza, el autor ha resuelto formalmente su modo, su estilo, con la gracia y el encanto de lo terriblemente trágico y telúrico.

"Eso no excluye ni una cuota de humor ni de ternura, y con la esperanza de una cercanía que marca y señala una fe y la divina y humana cercanía", comentó el editor y miembro de la Academia Chilena de la Lengua.

Desde la mirada de Tulio Mendoza, este poemario guía, mueve y conmueve. "Tal vez nuestro poeta Juan Miguel Cancino deba esta tonalidad afectiva a su atenta lectura de Gabriela Mistral, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, por una parte y, por otra, a su reciente inmersión en el poeta de las Elegías de Duino, Rainer Maria Rilke", resumió.