Secciones

Empresario se lanza a conquistar el mercado con helados premiun

E-mail Compartir

Innovar en los negocios o las empresas es un paso que muchos dan con el fin de lograr mayores éxitos o solo con la idea de cambiar rumbos para no seguir siempre en lo mismo.

Es el caso de Claudio Jara, quien nunca había tenido vínculos con los helados. Lo único que lo ligaba a la alimentación era una compañía de comida industrial, pero los vaivenes de la vida lo llevaron a incursionar en otras áreas.

Fue así como en tantos ir y venir llegó al rubro de los sabores fríos en barquillos, vasos o en otro envase. Hoy, luego de una fuerte inversión, abrió tres locales en Concepción, Penco y Dichato bajo la marca La Crem.

Este empresario contó que todo empezó cuando su hijo, en búsqueda de nuevos rubros e ingresos, comenzó a indagar alternativas. Fue así como llegaron a los helados, comenzaron a reunirse con gente que se desempeñaba en esa área, a conocerla hasta conformar un equipo de trabajo.

Contó que antiguamente tenía un negocio de comida industrial, con la cual prestaba servicios para grandes empresas. Pero después del terremoto, de acuerdo a sus palabras, quedaron muy heridos en la parte de infraestructura, porque su central estaba instalada en el sector de Santa Clara, en Talcahuano, donde fueron arrasados por el tsunami.

ASOCIATIVIDAD

Luego de retomar el tema, vino un episodio ingrato que le significó terminar contratos con las firmas, que lo obligó a rastrear otras alternativas. Así se asoció con su hermano y su hijo. Esto porque Claudio cree que hay que dar paso a nuevas generaciones que llevaran adelante las inversiones. Así se instalaron con un salón de pool y máquinas electrónicas de destreza, situado en Freire con Colo Colo, pleno centro penquista.

Con los aparatos se extendieron a Coelemu, Tomé y Talcahuano, pero como surgió un cuestionamiento a este tipo comercio, su hijo empezó a buscar otras opciones y así llegaron a los helados. Un amigo le presentó a un trabajador del Bravissimo. Luego de conversar, este experto tomó la decisión de venirse a trabajar con ellos sin siquiera tener la fábrica.

Ese fue el primer paso, para luego adquirir las máquinas, habilitar los locales y lanzarse en la aventura que a la fecha ha rendido frutos. Incluso fueron osados, porque uno de los establecimientos lo abrieron en Penco, donde existe un fabricante reconocido.

Jara, sin embargo, dijo que la idea era esa, apostar en una comuna donde los helados ya tenían su nicho, pero analizaron que era un buen punto para competir.

"La recepción del público, sobre todo en Concepción, ha sido muy buena, porque entrar a competir con marcas reconocidas no es fácil, cuesta. Hay que invertir mucho en publicidad, pero nosotros no lo hemos hecho, solo contratamos los servicios de una persona que a través de las redes sociales (Facebook y Twitter) nos dio a conocer en la zona y estamos con la preferencia de la gente bastante importante, dado el poco tiempo que tenemos", analizó Jara.

INVERSIÓN

Para echar a andar el negocio, el emprendedor cuenta que junto a su hijo y un hermano habilitaron una fábrica en Freire 731, donde también opera el salón de pool y las máquinas.

La inversión total, entre remodelación del local del centro penquista, más los otros dos de Penco y Dichato, la adquisición de la maquinaria para fabricar los helados y otros insumos ha sido de $200 millones.

La apuesta es grande, según el empresario, pues por ejemplo para el balneario de Tomé asumieron un arriendo por tres años, pues la idea no es solo aprovechar el verano, sino también el resto del año, sobre todo en algunas festividades y los fines de semana, cuando muchos turistas se dejan caer. "Queremos generar un ingreso que creemos no es menor para los sábado y domingo, que se pueden extender si coincide con un feriado", remarcó.

Son productos prime traídos de Italia, por ende, sobrepasan los niveles de los helados que se acostumbran a servir en la zona, según Claudio Jara. Aseguró que esto le da un sello de calidad, más gourmet.

Destacó que en Dichato desde las 15 hasta las 19 horas no para de vender helados, aún teniendo un precio mayor en comparación a otros. Son de $1.500 y $1.700. En Penco, donde deben competir con una empresa establecida por décadas, los valores son menores y fluctúan entre los $1.000 y $1.500.

En Concepción, donde también cuentan con una cafetería en el segundo piso del local ubicado en Colo Colo, al ingreso de la galería Las Araucarias, los precios van entre los $1.350, $1.850 y $2.100. "Son precios que están por encima de la competencia, pero el que quiere calidad debe pagarla, porque hemos apostado por ella y de hecho no vamos a transar costos por calidad de productos", indicó Claudio Jara.

Respecto al concepto que quieren transmitir en sus locales, en especial para el del centro de la capital regional, el empresario indicó que el sello es el color turquesa con el blanco que da frescura. En las afueras del lugar hay unos sillones con forma de mano, que fueron parte de otro proyecto que finalmente no se concretó, pero que ahora forman parte de lo que quieren impulsar.

"Todo ha sido por iniciativa propia y de mi hijo que ha viajado al extranjero para empaparse de nuevas ideas", cerró.