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Accidentes de tránsito

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Carabineros realizó fiscalizaciones en las carreteras y autopistas de la zona, en Nochebuena y Navidad, destinadas especialmente a controlar la velocidad y la conducción sin influencia del alcohol. Se recordará que 14 personas fallecieron en el último fin de semana largo de este año, durante las festividades de la Inmaculada Concepción, en diferentes accidentes de tránsito en el país. En esa oportunidad, hubo 659 siniestros, que además dejaron 580 lesionados y se cursaron más de mil infracciones a conductores por viajar a exceso de velocidad durante esos tres días.

El tema de la conducción responsable de vehículos motorizados debe estar frecuentemente abordándose, de manera que quienes están detrás de un volante entiendan la gran responsabilidad que asumen cuando guían un automóvil. Esto es particularmente importante durante estas fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Si bien desde diversos frentes se ha insistido en reiteradas ocasiones en la necesidad de que los conductores adopten actitudes defensivas y de las nefastas consecuencias que un acto irresponsable y temerario puede ocasionar, pareciera que los avances en este sentido van demasiado lentos y de manera más habitual de lo esperado ocurren tragedias.

Aunque no se puede desconocer que hay responsabilidades compartidas en la tarea de la educación vial, sí está claro que sólo habrá resultados concretos si todos los esfuerzos emprendidos, tanto por Carabineros como otros organismos del Estado y la sociedad civil tendientes a reducir las estadísticas de accidentabilidad, son realmente asimilados por los conductores y éstos, finalmente, toman conciencia de su responsabilidad. Y no se trata de ser alarmistas, pero acciones que parecieran tan simples como conducir hablando por un teléfono celular pueden desencadenar un accidente de insospechadas consecuencias.

Surge entonces el desafío de hacer entender a quienes conducen que la adopción de medidas preventivas y responsables es la única forma de bajar el alarmante número de accidentes de tránsito. Por mucho que se invierta en campañas preventivas, en señales viales o por más Carabineros que resguarden las calles, si no hay actitud de toma de conciencia por quienes asumen la tarea de guiar un vehículo, todos los esfuerzos que se hagan serán estériles.

La buena fiesta navideña

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Conversando con un director de Recursos Humanos, respecto de la fiesta navideña de su empresa, me contó que había redactado un "memo" en que establecía que "…tendrá lugar el 24 de diciembre, en el casino de la empresa, a partir del mediodía. Habrá bar libre y un grupo musical cantando villancicos. El gerente general llegará vestido de Viejito Pascuero a las 13 horas, encenderá el pinito navideño y se iniciará el intercambio de regalos. Ningún regalo deberá superar los diez mil pesos."

Mientras escribía, vio pasar a un colaborador de confesión judía y pensó que el Hannukah es una festividad que coincide, a menudo, con la Navidad y que también en su empresa había un gran número de no creyentes. Pensó en modificar su nota: "para unificar los espíritus, nuestras fiestas de Navidad, pasarán a denominarse Fiestas de Fin de Año, razón por la cual no tendremos arbolitos ni villancicos, pero sí otro tipo de música de gusto universal".

Ya tenía lista la nota cuando recordó que también había varios evangélicos en la empresa. Modificó su nota agregando que "además del bar libre, existirá uno lácteo para que todos los que no consumen alcohol puedan compartir y sentirse cómodos y también para resguardar el anonimato del grupo de alcohólicos anónimos, de reciente creación".

Estaba en eso, cuando su secretaria le avisó de ciertos rumores respecto de los diez mil pesos del amigo secreto. Algunos lo encontraban caro. Otros, demasiado mezquino y que además, el número de vegetarianos de la empresa, estaba "in crescendo".

Cambió su nota, señalando que "no habrá intercambio de regalos y se recomienda que dicho valor podrá ser utilizarlo como parte de una buena cena familiar. Los vegetarianos contarán con un sector con verduras y frutas, en el ala oeste, para que no les moleste el hecho de que el resto de los comensales den buena cuenta de las carnes y viceversa. También habrá postres libres de azúcar, para los diabéticos y las ensaladas no estarán previamente condimentadas atendiendo las necesidades de los hipertensos".

Después de haber rehecho mil veces el memorándum, conversó con su jefe y se decidió, que ante tanta y variopinta multiculturalidad, no habría tal fiesta y en cambio "se otorga libre la tarde del 24 de diciembre".

Esto provocó suma alegría en la mayoría de los colaboradores, los cuales esperaron con muchas ansias la hora de salida y partieron en estampida hacia el centro comercial más cercano, imbuidos del espíritu navideño de nuestros tiempos… no sin antes haber pasado por caja, sin excepción, a cobrar su "bono navideño".