Continuidad de negocios: desafío en tiempos de emergencias
Contar con planes de contingencia, programas de recuperación ante desastres y otros que permitan seguir funcionando ante situaciones de catástrofes o emergencias -sean éstas naturales, ataques cibernéticos, actos terroristas, entre otros- es un tema clave para las entidades del mercado de valores en Chile.
Un escenario de emergencia, contingencia, catástrofe, es siempre posible. Por ello, la importancia de contar con estrategias al interior de las empresas que contemplen planes y procedimientos, establecidos y conocidos por todos los colaboradores. Además, se deben ejecutar pruebas y ejercicios de manera periódica a modo de ensayo y que sean, incluso, efectuados sin previo aviso, aunque velando siempre porque no haya impacto en el negocio-servicio o un eventual perjuicio para los clientes. Y algo más relevante aún, las tareas asociadas a los procedimientos para enfrentar contingencias deben estar coordinadas con las demás entidades con las cuales nos relacionamos, sean éstas clientes o proveedores.
Es fundamental que cada entidad pueda instaurar una cultura corporativa que favorezca el correcto desarrollo de las estrategias de continuidad operacional. Para el Depósito Central de Valores (DCV) la continuidad de negocios es parte de su esencia. Es así como nos hemos propuesto "ser el último componente del sistema financiero en dejar de operar y el primero en recuperarse ante interrupciones inesperadas". Esto implica contar con una gestión de continuidad de negocios basada en altos estándares y que incluye grupos de trabajo, pruebas en escenarios reales, certificaciones internacionales en este ámbito y la implementación de sitios de producción que -incluso- se ubican fuera de Chile.
Lo anterior ha permitido al DCV obtener la certificación de la norma ISO 22301, que confirma a nivel global que el DCV es una compañía que, sumado a su experiencia, es capaz de responder con rapidez y eficacia cuando se enfrenta a una amenaza de interrupción inesperada y potencialmente devastadora, como la pérdida de energía, condiciones climáticas severas, epidemias o situaciones de inestabilidad política, protegiendo su negocio y su reputación, así como preservar los intereses de sus partes relacionadas.
El mercado de valores en Chile es reconocido por sus altos estándares tanto en su operación diaria, como en el cumplimiento de su normativa. Estas características se deben mantener y para eso es fundamental la revisión constante de las medidas de continuidad, así como proporcionar la infraestructura tecnológica adecuada para su desarrollo. Estar preparado para cualquier evento es un activo país que se debe preservar y es una señal de un mercado financiero sólido que cuenta con altos estándares de seguridad y confiabilidad.
Fernando Yáñez, gerente general del Depósito Central de Valores (DCV)