Secciones

AFP nonata

E-mail Compartir

Este es un Gobierno que escucha a la gente. No le interesa o no le importa lo que la gente dice… pero escucha. El ejercicio auditivo es un atributo de esta democracia, y hace la diferencia con un gobierno dictatorial.

Habiendo terminado el ejercicio de escuchas, decide beatificar el sistema de AFP creando una administradora estatal. El objetivo supuesto, es bajar las comisiones para liberar mayor capacidad de gasto de los afiliados… a pesar de reconocer que esta nueva entidad no soluciona el tema de las pensiones.Sin embargo, el cartel de los administradores es pícaro, y también escucha.

Algunos dirigentes sociales enarbolaron la consigna 'No más AFP' y ellos lo interpretaron como que la gente estaba contenta con las que ya había, y no quería ninguna más. Escuchando ese clamor, designa a una AFP pequeña para que liquide al embrión nonato fiscal, mediante el expediente de hacer caer el costo de administración a límites tales, que impidan que la estatal pueda llegar a establecer ese incentivo.

No hay que ser adivino para intuir que ahora vendrá una campaña de activación de recuerdos acerca de la probidad en administración de fondos por parte de agentes del Estado: El costo por desmalezado de la refinería de Concón; las transacciones ilegales en Empremar; las pérdidas que arroja la estatización del transporte público metropolitano; las casas Bilbao en el Serviu; las pérdidas por mala gestión en Enacar; las indemnizaciones para ejecutivos en Enap; el MOP-Gate; el Banco Central-Inverlink-Corfo, y otras. ¿Alguien querrá llevar su dinero a la AFP estatal?

Bloqueada la amenaza antes de nacer, queda pendiente el aumento de la cotización de un 10% a 13%, que el sistema exige por mera codicia. La gente no quiere perder más dinero en éste negocio ajeno y los políticos les escuchan. Esta dinámica democrática indica que se va a legislar… a favor de éste incremento.Sin embargo, el novedoso expediente de aumentar lo que llaman 'ahorro para mejorar la pensión' es del todo falso.

Cuando a fines de agosto de 1995 se publica la ley 19.404 sobre trabajos pesados, preparé un dossier documental titulado 'Enfermedades Profesionales y Trabajo Pesado en la Marinería Pescadora de Chile' que hizo que, los tripulantes pesqueros de cerco de Talcahuano, fueran los primeros en obtener esa calificación, lo que les significó empezar a cotizar ¡un 14%!

Algún parlamentario… o alguno de los expertos de la Comisión Presidencial Previsional ¿podría indicar el incremento que experimentaron las pensiones de esos trabajadores después de casi 20 años haciendo ese mayor aporte?

Anticipaciones equívocas llevan al mal año económico

E-mail Compartir

En economía no hay sorpresas sino sorprendidos. Este es y ha sido un muy mal año para la economía, una 'ciencia' que muestra, en el mundo, que sus bases han cambiado y que se está lejos de entender que sus modelos predictores están obsoletos.

El avance arrollador del nuevo conocimiento y complejidades de la nueva economía post global, al cual la mayoría de los educadores y autoridades del mundo no quiere abrirse, presenta las condiciones para trabajar más seriamente en la anticipación y futuro y en seleccionar y elegir a quienes tengan las mejores calificaciones para ocupar posiciones en las cuales es muy relevante esa capacidad.

Pese a que advertimos, las medidas y políticas nuevamente se llegaron tarde a la jugada. Esto se demuestra en las últimas cifras de Imacec, IPC y petróleo WTI, entre otras. Estas demuestran, sin lugar a dudas, que cuando se anticiparon decisiones relacionadas con ellas hubo un tremendo sobre optimismo, impropio de quienes deben tomar decisiones públicas de esa trascendencia.

El futuro es incierto, y por lo mismo, al reiterar la toma de decisiones que se basan en información actual e histórica y sobre supuestos del futuro, de amplitud limitada tomándolas como verdades, se llega a estos desastrosos resultados económicos.

Una inflación acumulada anual de casi el 6% es un gran descalabro (que no se tenía desde hace casi 6 años) es una bofetada a 'la caja y al poder de compra' de cualquier empresa o persona, es una oportunidad para el traspaso enorme de riqueza, de compradores a vendedores, de los que gana en pesos a los privilegiados que todo lo cotizan y cobran en UF o para los que ganan millones mensuales, lucrando con fondos públicos o privados.

Un Imacec que a doce meses se acerca al 1% es un desplome de la economía, es un atentado a la legítima aspiración de quienes trabajan y que esperan que las autoridades se ocupen que la economía crezca para el bienestar de todos y no sólo de los privilegiados de la fortuna.

Cuando se señala que la 'inflación es transitoria' parece olvidarse la aritmética de que el valor actual permanecerá en el registro del valor del índice de precios mientras siga aumentando su valor en el tiempo. Cuando se dice que el Imacec está en un 'un punto de inflexión' se debiera tener la seguridad, hoy día, de que mañana la variable cambiará de concavidad y, eso es incertidumbre, por lo que mientras no ocurra sólo estará en la imaginación de quien lo diga. Que la altísima inflación es 'una sorpresa' sólo cabe en alguien que no entiende que la reforma tributaria aumentó los precios al público y que los precios de un enorme paquete de productos y servicios comunes están indexados.

Hay que mejorar la toma de decisiones ante incertidumbre y para eso hay que tener personas con las mejores calificaciones.

La soledad en las redes

E-mail Compartir

Si se pudiera medir la soledad usando como instrumentos las modernas formas de comunicación, ésta sería directamente proporcional al griterío social, al chateo, al whatsappeo con el millón de amigos virtuales en las redes, al ventilar las intimidades y lo antiestético en Facebook, con sus selfies (autofotos), y otros, como si a una le interesara ver cristianos y cristianas en cueros, queriendo estar en todas y, finalmente, no estar en ninguna, como queriendo emular el don de la ubicuidad.

Pero constataríamos que estamos más solos que 'Toribio el náufrago', y no precisamente porque no estemos rodeados de amigos reales y familias reales; es que cada cual transmite en su propia frecuencia, el dónde, cómo y cuándo llamar la atención, desde una sociedad aburrida, a la que solo le interesa rellenar sus carencias, asistiendo a espectáculos light o cambalache's party, ya que a más ruido, mejor existencia.

Éste es el lema de inicios del milenio para disfrazar y evadir la soledad. La misión actual es distraer la única, cansada y desorientada neurona que, todavía, fielmente, nos asiste, en ese afán de ser positivos, alegres y rendidores, (algo así como el Té Club) haciendo honor a la perfecta máscara social.

Actualmente hay derecho a todo eso y mucho más y en comparación, nosotros, los tontos graves del siglo anterior, ya no tendríamos velas en este entierro. Estaríamos totalmente desfasados, tratando, en vano, de rescatar una hilacha de nuestros añejos merecimientos, como por ejemplo, el derecho, entre otros, a degustar de una soledad enriquecida de lectura y de silencio, sin ser violentados por el prójimo, con sus estrepitosos ruidos, que se supone son musicales, o con el vocerío de palabras soeces a pleno pulmón, porque les asiste ese derecho, y a la edad de una, se supone que tenemos también algún derecho, al menos de elegir, de seleccionar, de discriminar a quien quiero o no quiero escuchar; a quien quiero ver o no ver; a ver o no ver al prójimo consumiendo drogas y alcohol a diestra y siniestra, proporcionándonos un espectáculo deprimente; a ver o no ver parejas en sus afanes eróticos en la vía pública, como ahora se estila.

Tengo también el derecho a no ser violentada con el desenfreno y la decadencia democrática que nos van atenazando como tentáculos de pulpos por todos lados, aunque el precio a pagar sea el ostracismo y el otro tipo de soledad: aquella de no encontrar pares en el entorno, porque se fueron, se mudaron, desaparecieron.

En la TV, yo puedo elegir, y si algo no me gusta, cambiar de canal, pero en la vía pública y en los espacios que se supone son para el recogimiento espiritual, y en la vida misma, una está obligada a presenciar espectáculos tan modernos y, a la vez, tan poco edificantes.

Como ahora se cultiva la cobardía moral de no decir ni pío, para no tener problemas y ser querido, amado, y apreciado por los otros, es que, dignamente, hay que hacerse cargo de los 'cien años de soledad', en lo posible en un aislamiento creativo, recordando que más vale vivir solo que rodeado de hipócritas, o la soledad creativa, a diferencia de la soledad patológica, que expresara Schopenhauer: 'La soledad es la suerte de los espíritus excelentes',y sin olvidar que 'hay que estar bien con Dios y con el diablo'.