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Aumentar las denuncias de violencia es la deuda de las mujeres en Chile

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Baja autoestima, vergüenza y miedo son algunos de los elementos que llevan a que una mujer que está siendo víctima de violencia no lleve a cabo las denuncias necesarias para dar término a las agresiones.

El maltrato es un problema transversal, que no discrimina edad, creencias o condición social y que deja detrás de sí graves consecuencias. En muchos casos, la muerte.

Un llamado a ponerle punto final a estas relaciones agresivas, a través de la denuncia y la búsqueda de ayuda profesional, es la que se espera recordar en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer (ver recuadro), fecha que se conmemorará mañana.

Según explicó la doctora Lorena Salazar, médico cirujano especialista en medicina familiar, uno de los mayores errores que se cometen es no darle la importancia que corresponde a los signos que pudieran dar indicios de algún tipo de maltrato.

Empujones y zamarreos, tirones de pelo, pellizcos, apretones, golpes de puño, patadas y golpes con objetos, son algunas de las acciones consideradas como violencia, donde la forma más fuerte de agresión física contra una mujer es el femicidio.

"Muchos de los síntomas de la violencia comienzan durante el pololeo, previo a la instalación de la pareja en la convivencia. Las mujeres creen que esto va a cambiar cuando se casen, pero finalmente estos episodios aumentan, lo que lleva a una violencia mayor", enfatizó la profesional.

TIPOS DE AGRESIÓN

En Chile, una de cada tres mujeres es violentada, ya sea de manera psicológica, física, sexual o económica.

"Cuando es a nivel físico, la agresión se ve disminuida porque la mujer piensa que si su pareja le dio un empujón no algo importante y no lo ven como violencia. Lo dejan pasar, pero después del empujón viene el golpe, el tirón de pelo, siempre una violencia más", señaló Salazar.

El maltrato psicológico también es muy bastante alto, según agregó la especialista, "parte con cosas pequeñas, como dejar en ridículo a la polola o la esposa delante de otras personas. Decirle que es tonta y que no sirve para nada".

Con lo anterior, junto con afectar la autoestima, genera un aislamiento social. "El agresor no permite a la mujer juntarse con las amigas, le controla el teléfono, exige las contraseñas, revisa las cuentas de correo, banco, redes sociales; le controla lo que se pone, el escote el largo de la falda".

Uno de los tipos de violencia del que no se habla lo suficiente, especialmente por vergüenza, es el de tipo sexual. "Lo complicado aquí es que se piensa que el hombre tiene este 'derecho adquirido' de tener actividad sexual con su pareja cuando se le ocurra y no cuando sea deseo de ambos, que es lo que corresponde dentro de un marco del respeto a los derechos", aseguró la médico.

Cualquier agresión sexual en la pareja es cuando la mujer es obligada a efectuar actos que la denigren o que no quiera realizar, ya sea porque no tiene ganas, porque le parece inadecuado o porque no se siente cómoda.

En la violencia económica, en tanto, se intenta controlar a las mujeres a través del dinero para cubrir las necesidades. Esto se da cuando, por ejemplo, las mujeres no trabajan y su pareja no les entrega los recursos para costear la alimentación de los hijos, o cuando las mujeres que sí tienen sus propios ingresos, pero el marido se lo quita y se lo va dando para el día.

ATREVERSE

La violencia no distingue por estrato o condición social y uno los aspectos comunes es el aislamiento en el que van quedando las mujeres, las que al limitar la comunicación con su familia y amigos, van quedando solas y sin una red de apoyo y protección.

Una mujer tarda, en promedio, siete años en denunciar una violencia. De las que logran hacerlo, entre un 40% y un 60% retira la denuncia por amenazas de la pareja.

"Lo importante es atreverse a buscar ayuda, pero hay que tener cuidado, porque entre más pasa el tiempo, más difícil es salir de ese círculo de agresión", indicó Lorena Salazar.

Una de las situaciones que pueden jugar en contra es el proceso conocido como "luna de miel", que es cuando, tras un episodio de violencia, el maltratador pide perdón, hasta que se vuelve a acumular tensión, vuelve a golpearla y se retoma este ciclo.

"Y en esto hay que ser bien claros. Lo de pedir perdón no es llegar con un ramo de flores, sino que a veces simplemente es que él ya no está enojado o que por fin le habló, y las mujeres consideran que con eso él quiso pedir perdón. Y la luna de miel no necesariamente significa que el agresor la lleva a pasear a otra ciudad o la invita a cenar, sino que puede ser un período en que baja la violencia, él es un poco más cariñoso y ellas piensan que él va a cambiar", detalló la médico.

Según agregó, el error más común es creer que el maltratador va a dejar de ser así. Sin embargo, un agresor siempre va a seguir siendo violento a menos que se someta a un tratamiento completo. Por eso es importante reaccionar ante la primera señal de violencia, atreviéndose a denunciar, que es la mejor forma de salir adelante".

Complejidad laboral previene enfermedades cognitivas

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Un estudio realizado en Escocia sugiere que realizar trabajos complejos y estimulantes ayudan a las personas a retener sus habilidades de pensamiento, capacidad que puede prolongarse incluso después de la jubilación.

De acuerdo a la investigación, publicado en la revista Neurology, los más beneficiados son los abogados, trabajadores sociales, arquitectos, diseñadores gráficos, músicos, ingenieros y otros profesionales que realizan tareas de alta complejidad.

"Estos hallazgos nos han ayudado a identificar el tipo de demandas en ciertos trabajos, que ayudan a preservar la memoria y las habilidades mentales en el futuro", indica Alan Gow, perteneciente a la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo, Escocia, y autor del estudio.

El equipo de investigación indagó en los datos de mil escoceses de 70 años de edad. Los científicos revisaron las estadísticas de las pruebas realizadas a estas mismas personas en 1947, en la Encuesta Mental de Escocia, cuando tenían 11 años.

La teoría sugiere que mientras más estimulante es el ambiente de trabajo, mejores condiciones se obtienen para construir una "reserva cognitiva" que ayude al cerebro a disminuir los efectos del deterioro que viene con la edad- En otras palabras, los autores del estudio encontraron una asociación entre tener un trabajo estimulante y conservar una buena habilidad cognitiva en los años de retiro.

"Los resultados sugieren que los entornos de trabajo más estimulantes pueden ayudar a las personas retienen sus habilidades de pensamiento, y que esto podría ser observado años después de que se han retirado", recalca Gow.

Según el investigador, este tipo de trabajos requiere que las personas ejerciten de manera más frecuente el cerebro, lo que refuerza la neuroplasticidad, que es la capacidad para formar nuevas conexiones neuronales, nuevas asociaciones y, por lo tanto, una mejor función cognitiva.

El autor del estudio también subraya que "las personas con habilidades cognitivas más altas tienden a trabajar en profesiones complejas, pero también se evidencia que desempeñándose en tales oficios la persona mejora sus habilidades".

Si bien el estudio no aclara razones biológicas, los investigadores destacan que realizar este tipo de trabajos disminuye el daño cognitivo en la vejez.

No olvidar la evaluación inicial al empezar una rutina de ejercicios

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Se acerca el verano y en muchos surge la inquietud de volver a la plenitud física de años anteriores. Es así que no faltan quienes participan en cualquier corrida que se publicita en la ciudad o bien se inscriben en un gimnasio esperando que ocurra un milagro en los próximos dos o tres meses.

Aquellos que ya superaron los 30 años deben saber que esas bajas de peso milagrosas y la condición física envidiable de los 20 ya no se logran con la misma facilidad que en la década pasada. La clave es trabajar a conciencia y en forma ordenada y sobre todo con perseverancia y paciencia.

Independientemente de la actividad que decida emprender debe tener en cuenta que, como ya han pasado algunos años, tendrá que tomar algunas precauciones, pues de lo contrario corre el riesgo de empeorar su condición física o salud. Entre los consejos hay que considerar que es mejor ejercitarse en forma regular durante la semana y no solo los fines de semana, que debe llevar una alimentación balanceada e hidratarse bien. Pero hay otro factor no menos importante: la evaluación inicial.

Éste, en términos ideales, debiera contemplar la visita a algún especialista del área de la salud que nos pueda indicar si presentamos alguna contraindicación para comenzar la actividad física. La evaluación cobra más importancia en la medida en que aumenta la edad. Como va asociada a una evaluación del perfil lipídico, nos puede dar un punto de partida sobre el que podemos comparar la mejoría de nuestro estado de salud, apreciando, por ejemplo, cómo disminuye el colesterol LDL en nuestro organismo gracias a la actividad física.

Luego es necesario determinar cuáles son los objetivos que desea alcanzar, evaluar si son realistas y desde qué nivel puede partir con la actividad sin perjudicar su salud. En este sentido, y en la medida de las posibilidades de cada uno, es aconsejable asesorarse por un especialista en actividad física, para que le ayude a trazar el camino más adecuado para lograr sus objetivos. Este especialista podrá determinar su condición física inicial a través de diferentes test, podrá determinar el porcentaje de grasa corporal y masa muscular a través de la antropometría y le podrá indicar los pasos que debe seguir para lograr sus objetivos y podrá estimar aproximadamente los tiempos requeridos para lograr los mismos.

Si no tiene la posibilidad de consultar con un especialista, tenga presente que la prudencia debe primar en la medida que aumenta su edad. Propóngase metas a mediano y largo plazo, ya que el inmediatismo, probablemente, en vez de favorecer la mejora de su salud o condición física, lo conducirá a la deserción del trabajo emprendido. Sea realista, aliméntese bien, efectúe actividad física regular y sea, por sobre todo, prudente y perseverante.