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El regreso de Quintín

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Al culminar su brillante carrera militar, el general Douglas MacArthur recordó en West Point una antigua balada cuartelera: "Los viejos soldados nunca mueren…" Es posible que en nuestras latitudes las cosas sean diferentes. Pero es un hecho que los héroes de nuestra adolescencia jamás mueren.

Es el caso de Quintín el Aventurero, un personaje de historieta de origen británico. Se empezó a publicar en la revista Puck, en 1920, con el nombre de "Rob, the rover" (Rob el trotamundos). Apareció en El Peneca, nuestra más famosa revista infantil, a lo largo de varios años, esa misma década y la siguiente.

Ha revivido en estos días por una información que recogió en El Mercurio el periodista Nicolás Luco: Brahmal Vasudevan, un millonario de origen tamil, invirtió un millón y cuarto de libras esterlinas en un avión que puede volar y también navega bajo el agua.

Es el equivalente del mismísimo submarplano que piloteaba Quintín hace casi cien años. La diferencia es que ahora se trata de un dron, un aparato no tripulado que según el doctor Mirko Kovac, ya salió del área estrictamente militar y entró a servir a la humanidad en el espacio civil. El doctor Kovac es el director del laboratorio espacial Imperial, de Gran Bretaña. Asegura que la nave estará lista en 2016.

El aparato que usaba Quintín era un cuadrimotor diseñado por el padre de su novia, el doctor Seymour. Por fantástico que parezca, desde 1920 no han faltado los intentos de fabricar un avión que, además de volar, pueda navegar bajo el agua.

Los soviéticos encargaron al ingeniero Boris Ushakov la tarea de construir un aparato con estas características. Los trabajos debieron suspenderse durante la guerra. Años más tarde se reanudaron por orden de Lavrenti Beria, jefe del Nkvd. Pero Nikita Jrushov canceló el proyecto en 1953. En Estados Unidos ha habido varios anuncios hasta ahora frustrados.

Quintín no solo se conoció en Inglaterra. Tuvo una versión francesa (se llamaba Marcel), otra en Canadá, mientras en Dinamarca se conoció como Willy. Seguramente hubo muchas más. Su existencia de 20 años terminó durante la Segunda Guerra Mundial: la escasez de papel obligó a cerrar Puck en mayo de 1940. Rob nunca más volvió a recorrer el mundo en busca de exóticas aventuras y tesoros -generalmente arqueológicos- en África o Asia.

Pero no ha sido olvidado: un editor brasileño -José Pires- se ha dedicado a reeditar la saga original. Es curioso: nadie recuerda el nombre del creador de la historieta, Walter Booth nunca puso su firma en la obra.

Como los viejos soldados de MacArthur, simplemente se desvaneció.

Simulacro de tsunami

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Se ha informado que el jueves próximo se realizará un simulacro de terremoto y tsunami en 13 comunas de la Región del Bío Bío, para determinar la capacidad de respuesta de la población. Especial relevancia adquiere este operativo en Talcahuano, por la cantidad de población y por el impacto que allí generó el 27/F.

Por ello, se espera que participe la comunidad, con apoyo de diversos organismos, como Carabineros, PDI, Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, municipio, escuelas, entre otros. En la zona se han efectuado otros simulacros en años anteriores, pero siempre hay algo que corregir o actualizar. Por ejemplo, en esta ocasión está terminado el eje Colón, de Talcahuano, por lo que se pondrá especial cuidado con el tránsito y los cruces ferroviarios.

El terremoto y tsunami del 27/F constituyó la prueba elocuente de que el país, en general, no estaba preparado para abordar una catástrofe de esa magnitud. Los organismos chilenos se encuentran adscritos a una red internacional que monitorea el comportamiento de los océanos, lo que permite tomar algunas medidas en las naciones del Pacífico. Chile, como país marítimo y con una tradición sísmica, debe desarrollar un sistema de emergencia y la comunidad -especialmente el estudiantado- debe acostumbrarse a asumir las instrucciones con calma y a ensayar las evacuaciones.

Durante los años siguientes al terremoto y tsunami, se han tomado algunas medidas que permitieron desarrollar un sistema preventivo para que la comunidad esté preparada y aborde el tema con responsabilidad y cautela.

Colegios, empresas y centros comerciales, entre otros, deben realizar en forma periódica simulacros de emergencia, como una forma de tener sus propios análisis de la capacidad de respuesta. Cierto es que en todo esto siempre hay aspectos que mejorar, pero lo más destacable es que las simulaciones que se han efectuado en diversas comunas, así como las que se seguirán haciendo, han sido tomadas con seriedad por la ciudadanía, que entiende que si bien estos operativos representan algunas alteraciones de la vida cotidiana, es necesario ir acostumbrándose a ellos, para que si la ocasión se presenta nuevamente no nos sorprenda sin preparación.