Uno de los principales factores que permiten que los mitos acerca del embarazo se popularicen, es debido a su transversalidad, transmitiéndose de generación en generación, independiente del estado socioeconómico.
Prohibiciones y consejos respecto de la alimentación y las actividades, basadas en las creencias, hacen que las dudas respecto de esta etapa vayan en aumento. Según explicó la matrona y académica del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (Ipsuss), Érica Castro Inostroza, son las mujeres que enfrentan por primera vez un embarazo quienes se encuentran más expuestas a estas sugerencias y consejos de parte de sus amigas, madres y abuelas.
Sin embargo, conocer las verdades detrás de los mitos más comunes permitirá derribar muchos de los temores, viviendo con más confianza y de manera más preparada este proceso. Es para esto que la profesional entregó las verdades detrás de algunas de las creencias más comunes que existen en el país respecto del embarazo.
"Hay bastantes dudas sobre la alimentación, especialmente en lo relativo a cuánto consumir. Sin embargo, es necesario recordar que más que la cantidad de la ingesta, lo relevante es la calidad y variedad de los alimentos que se consumen", indicó la profesional.
En cuanto a la creencia respecto que durante el período de embarazo no se debe ejecutar actividad física, Castro indicó se trata de una gran equivocación y que existen distintos tipo de ejercicios que se pueden realizar, "incluso en el último tiempo se han observado los beneficios de la hidrogimnasia y la natación".
Sobre los cuidados, la académica sostuvo que una buena idea -antes de embarazarse o apenas iniciado éste- es tener un control odontológico, de manera de recibir tratamiento oportuno y evitar complicaciones y extracciones de piezas dentales avanzado el embarazo.
Las manifestaciones que se presentan en el embarazo son individuales y dependen del estado emocional, nivel de hormonas, estado de salud de base y esfera social que le rodea. Es por esto que la espera en la aparición de signos clásicos asociados al embarazo, como las náuseas y vómitos, genera angustia y ansiedad. Sin embargo, hay mujeres que no presentan ninguno de estos síntomas y su gestación evoluciona dentro de los rangos normales. En otras, en cambio, están exacerbados y requieren incluso hospitalización. "Este mito se relaciona más bien a que se evidencia socialmente su presencia o existencia", indicó Castro.
Es uno de los mitos más frecuentes, pero es necesario recordar que en Chile un importante porcentaje de la población tiene sobrepeso, por lo que alimentarse por dos personas incrementará significativamente el riesgo de hipertensión durante la gestación, de diabetes gestacional y, en el feto, el riesgo de que aumente de peso, alcanzando un estado macrosómico (tamaño excesivo). El incremento de peso debe ser acorde al peso que tiene la mujer al momento del ingreso a gestación y de su perfil corporal. En promedio debería subir desde seis a diez kilos.
Practicar ejercicios siempre es saludable, más aún en la gestación, y sólo está contraindicado si se tiene alguna condición de salud en particular. "En estos casos cambiará el tipo de ejercicio, estando orientados hacia la tonificación de músculos y a favorecer la circulación, no sólo la de la gestante sino también de la unidad feto placentaria", explicó la profesional.
La práctica de yoga y pilates además favorecen la relajación y preparan para el parto. Salir a caminar, en tanto, contribuye al descanso nocturno y permite un buen control del peso corporal.
Los antojos se dan con frecuencia durante el primer trimestre, aunque algunas mujeres mantienen los deseos de ingerir alimentos con diversidad de sabores durante todo el embarazo. No se sabe su fundamento científico, pero sí está claro que dentro de los cambios adaptativos se encuentran los del sistema olfatorio y glándulas salivales, lo que expone a la mujer a rechazar ciertos alimentos y a sentirse atraídas por otros, incluso aquellos que nunca había consumido. Variables psicológicas, como sentirse importantes y centro de atención y cuidados de su familia, también pueden influir en la aparición de antojos. Se debe poner cuidado a que esto no lleve a una ingesta indiscriminada de alimentos que puedan originar efectos perjudiciales durante el embarazo.
Existen tinturas que contienen muchas sustancias tóxicas, por lo que se deben evitar aquellas que tienen oxidantes y amoníaco, fundamentalmente durante el primer trimestre de gestación.
Por esto, se deben evitar decoloraciones y rizados del cabello, ya que pueden generar reacciones alérgicas en la piel y en el cuero cabelludo. Se recomienda el empleo de productos naturales a base de henna. Los masajes capilares no están contraindicados y pueden favorecer la irrigación.
La ingesta de agua es independiente de la aparición de edema o aumento de volumen de las extremidades, con frecuencia a nivel de los tobillos.
De ahí que la gestante debe hidratarse normalmente y más aún durante el período de la lactancia. Sólo debe restringir su ingesta bajo indicación médica.
Esta creencia no sólo afecta a la madre, sino también a su pareja. La académica de la USS, señaló que "hay gestantes que sienten disminución del deseo sexual, mientras en otras aumenta. También hay varones que sienten disminuida su líbido por el temor de generar complicaciones o sangramientos. No obstante, las relaciones sexuales se pueden mantener, excepto si existe contraindicación médica. De hecho existe evidencia que indica que serían beneficiosas". Lo que cambiaría, en este caso, son las posiciones, de manera de que, en la medida en que va aumentando el vientre, no se ejerza presión sobre éste. Consultas con el profesional que controla el embarazo permitirá recibir apoyo en este tema.
Una creencia bastante antigua planteaba que la criatura en formación extrae el calcio de los huesos de su madre para formar su esqueleto. Según señaló Castro, este mito está alejado de la realidad hoy. "Hace unas décadas la malnutrición por déficit era frecuente y las mujeres tenían un hijo tras otro y se alimentaban mal, manifestando un envejecimiento prematuro y pérdida de dentaduras. No obstante, si una mujer tiene una descalcificación previa al embarazo, puede tener consecuencias en sus estructuras óseas", sostuvo la profesional.
Una de las creencia más arraigadas es aquella que afirma que si el abdomen está bajo se trata de un niño y si éste está alto, se trata de una niña. Otra versión apunta a que cuando el vientre es redondo es una mujer y si es más protuberante hacia adelante, un varón.
"La forma del abdomen dependerá de la tonicidad de los músculos, número de hijos que ha tenido y posición de la criatura dentro del vientre materno. Esta creencia puede producir mucha ansiedad e ilusión en la mujer, por lo que se recomienda realizar una ecografía durante el segundo trimestre para visualizar el sexo de la criatura en formación", aconsejó Castro.
"Durante la gestación se forma una importante barrera a nivel del cuello uterino denominada tapón mucosa que protege del ascenso de microorganismos a la bolsa amniótica. De ahí que las actividades en las piscinas, ya sea con fines recreativos o de ejercicios, no se encuentran contraindicadas, a menos que tengan una indicación médica", aclaró la matrona.
Respecto a los baños de tina, la sugerencia es que no sean rutinarios y cambiarlos por las duchas. Si existe sangramiento genital, ambas prácticas están restringidas.