Control del estrés y una vida saludable son claves para evitar la diabetes
Buenos hábitos de vida son clave para protegerse de complejas enfermedades como la diabetes. Un llamado a cuidarse, especialmente si ya se vive con ella, es el que hacen especialistas de todo el plantea, cuando se acerca la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes.
Se trata de una fuerte campaña de concienciación impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, respondiendo al rápido aumento de los casos de esta patología.
El propósito de esta instancia, que se celebra los 14 de noviembre, es dar a conocer las causas, síntomas, tratamiento y complicaciones asociadas a la enfermedad.
Es por esto que poner atención a los hábitos y rutinas diarias es altamente importante, debido a que puede convertirse en un elemento vital para protegerse y mantener una buena salud.
La jefa de carrera de Enfermería de la Universidad Santo Tomás Concepción, Sara Contreras, explicó que la diabetes es una enfermedad de tipo metabólica, que se caracteriza por una hiperglicemia mantenida, que trae como consecuencia un daño a nivel microangiopático (retinopatía, nefropatía y neuropatía) y macrovascular (enfermedad isquémica del corazón, ataque cerebral y enfermedad vascular periférica).
"La diabetes se asocia a una reducción en la expectativa de vida, aumento del riesgo de complicaciones y de eventos mórbidos relacionados con las complicaciones crónicas, disminución en la calidad de vida y aumento en los costos de vida", afirmó la docente.
IDENTIFICARLA
Esta enfermedad, que tiene dos tipos, afecta a toda la población sin discriminar edad. El primero, (diabetes tipo I) afecta a niños y adolescentes y su origen es el malfuncionamiento del páncreas, órgano encargado de secretar la insulina que es la responsable de hacer que la glucosa entre a la célula y pueda ser usada como energía en el organismo. Es por esto que esta deficiencia de insulina suele verse a edades tempranas de la vida.
La diabetes tipo II, en tanto, afecta a la población adulta porque se asocia a otras causas como malos hábitos alimentarios y la obesidad.
"Lamentablemente en la población chilena se ha observado un aumento significativo de obesidad en jóvenes y niños, lo que ha generado una mayor presencia de la diabetes II en esa población", agregó Contreras.
Los signos y síntomas iniciales de la diabetes se relaciona con tres características: polidipsia (sed permanente); poliuria (orinar muy frecuentemente) y polifagia (sensación de hambre permanente).
La profesional señaló que dichos síntomas son los iniciales de la enfermedad, pero cuando ya ha avanzado sin haberse diagnosticado ni controlado se manifiestan las complicaciones graves, como las alteraciones visuales (retinopatía), la insuficiencia renal (nefropatía) y las alteraciones en la sensibilidad a nivel periférico (neuropatía) que, generalmente, las personas reconocen porque tienen heridas que no recuerdan como las hicieron, dado a que no hay sensibilidad en los pies.
VIVIR CON ELLA
La jefa de carrera de Enfermería recordó que la prevención de la diabetes está fuertemente ligada a los hábitos de vida, donde la alimentación saludable, mantención del peso en rangos normales, tener actividad física y aprender a controlar el estrés son altamente relevantes.
"A pesar de que lo anterior puede ayudar a evitar su aparición, también existe una fuerte carga genética, donde hijos de diabéticos tienen más probabilidades de generar esta enfermedad si no controlan los factores de riesgo", afirmó.
No obstante, un diabético controlado (con hemoglobinas glicosiladas), puede mantener una vida normal.
Por otro lado, el descontrol de la enfermedad trae como consecuencia un aumento del riesgo cardiovascular.
ADECUADA ALIMENTACIÓN
Según explicó la coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de Inacap Concepción - Talcahuano, Alejandra Cruz, en el desayuno se debe consumir el 25% de las calorías recomendadas para el día, las que dependen de diversos factores, tales como el estado nutricional, el sexo, la talla y el tipo de actividad física que realiza, entre otros.
Sin embargo, la experta agregó que "más que la cantidad de calorías lo importante es conocer el índice glicémico de los alimentos, que dice relación con la capacidad que tienen los alimentos de elevar la glicemia una vez ingeridos. Es decir, a mayor índice glicémico, mayor y más rápida es la elevación de la glucosa en la sangre que produce un alimento tras su consumo", detalló.
Es por esto que es común que existan dudas respecto de los alimentos que se deben consumir (ver recuadro), en especial cuando se trata de colaciones.
Sobre esto Cruz explicó que estas comidas deben aportar entre el 5% al 10% de las calorías del día, e, idealmente, deben ser en base a alimentos de bajo índice glicémico como los cereales integrales, las frutas o las verduras.
Asimismo, otros de los productos que también están permitidos son los lácteos descremados y sin azúcar, y los frutos secos, que representan un beneficioso aporte nutricional.