América Latina avanza por y con las izquierdas
Los recientes triunfos de Evo Morales, Dima Rousseff y Tabaré Vásquez en primera vuelta en Uruguay, sumado al apoyo de otros gobernantes de la región, viene a comprobar que más allá de las críticas, campañas mediáticas y los propios errores y tensiones internas, las ideas de izquierdas (en su amplia acepción) siguen y están más vigentes que nunca en América Latina. Ideas y concepciones de izquierdas -en sus diversas lecturas e interpretaciones- que han constituido un marco teórico y conceptual para llevar adelante transformaciones y cambios en los diversos países del continente.
Sin duda un factor importante para el triunfo y avance de las ideas de izquierdas se relaciona con las infaustas consecuencias que trajeron las políticas neoliberales en el continente: desigualdad social, abusos, explotación, concentración económica, recursos naturales en manos de capitales extranjeros, entre tantos otros, a lo cual se suma la crisis que han experimentado los partidos de derecha en los respectivos países. Ante dicha crisis y falta de propuestas de aquellos partidos, son los grandes medios de comunicación o corporaciones quienes han vendido a reemplazar aquella tarea opositora y crítica de las medidas y políticas que han impulsado los gobiernos de izquierdas en América Latina.
Ideas de izquierdas que avanza en medio de conflictos y tensiones, propias de los procesos de cambios y transformaciones, pero que no se entrampa en el viejo debate sobre reforma o revolución, tampoco busca la dictadura de un grupo o sector social, la lucha de clases y menos la estadolatría.
Por el contrario, buscan avanzar hacia una democracia participativa, en la cual los ciudadanos se sientan protagonistas del quehacer político, darle visibilidad a los sectores subalternos, con políticas más inclusivas, redistribución de los ingresos y nacionalización de las riquezas. Unas izquierdas capaces de generar las condiciones para diferentes formas de producción y trabajo: estatal, privada-individual y una mutua cooperación entre en Estado y el mundo empresarial.
Unas izquierdas que tiene como pilares la fraternidad, solidaridad y el humanismo, así como dar cabida y representación a otras expresiones como el feminismo, indigenismo, ecologismo y la diversidad sexual.
En el fondo unas izquierdas que buscan a través de diversas vías, formas y ritmos y de acuerdo a la realidad de cada país, construir su propio proyecto político y cultural (hegemonía) para de esa forma impedir la amenaza constante de la restauración neoconservadora, las campañas desestabilizadoras o climas destituyentes contra gobiernos que han avanzado -hasta ahora- exitosamente por y con las ideas de izquierdas.