Punto negro
A pesar de todos los avances en edificaciones que tiene Concepción, existen un punto negro que dificulta el desarrollo equilibrado del centro. La manzana donde funcionaba el Mercado Central -destruido por un incendio en abril de 2013- fue por años un área que no estaba acorde con las necesidades urbanísticas y comerciales.
Tras el siniestro, la precariedad de esa manzana es aún mayor. En torno al lugar, han aflorado construcciones irregulares y se han instalado cocinerías en plena calle, preparando y sirviendo comida a los clientes, sin contar con las más mínimas condiciones de higiene.
Los comerciantes establecidos han dado a conocer en forma reiterada su malestar por el deterioro del sector y por las plagas de ratones que abundan en el lugar, agravado por la vega que también sin las condiciones mínimas de salubridad, existe en Caupolicán, desde Maipú hasta Los Carrera. Han pedido a las autoridades de Salud que dispongan el cierre de esas cocinerías, pero éstas responden que no están en condiciones de hacerlo, porque se instalaron con permiso del municipio y sin la autorización sanitaria.
Seguramente la decisión municipal se adoptó para resolver un problema social de los locatarios que no tenían dónde trabajar luego del siniestro, y a la espera de que se construya un Mercado provisorio. No obstante, esto no tiene justificación, porque no se pueden extender autorizaciones a expensas de la salud de la población. De ser así, habría que permitir toda la venta callejera que uno pueda imaginarse, pensando en la conveniencia del vendedor y no en la salud de los consumidores, de los habitantes que pagan sus impuestos al municipio y de los penquistas en general, que ven que en esto reina una especie de ley de la selva.
Llama la atención que los organismos encargados de velar por la salud de la población sean tan exigentes a la hora de evaluar las medidas que debe cumplir el comercio establecido, pero hagan "vista gorda" frente a esta situación.
La manzana que abarcaba el Mercado es un área privilegiada, por su ubicación. En algunas ciudades, el mercado pasa a ser un atractivo incluso de tipo turístico, como ocurre en Chillán y en Temuco. Lamentablemente, en Concepción es un punto negro y además insalubre.