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Penquistas llegaron en familia al cementerio en último día feriado

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El día viernes 31 fue el escogido por la mayoría de los penquistas para visitar a sus familiares en los diferentes cementerios de la Región. Si bien aún no existe un balance oficial de los asistentes durante este año, varias fuentes de los camposantos consideran que el público disminuyó en relación a años anteriores.

José Luis Reyes, encargado de turno del Cementerio General de Concepción, comentó que "todo se desarrolló de manera tranquila y sin ningún inconveniente. La gente no se quejó por tema de estacionamientos, pese a que sólo hoy (ayer) volvimos a operar con dicho servicio a raíz de que ya había bajado la afluencia de público". Por lo mismo, el horario durante el domingo en el recinto penquista fue el normal, a diferencia de los días anteriores, donde funcionó con uno extendido hasta las 19 horas.

VISITANTES

El día domingo fue el escogido por las familias que no querían encontrarse con un gran contingente de personas. Fue el caso de Carolina Barra, quien cada año se pone de acuerdo con su hermana "y venimos siempre juntas y con nuestras familias. Preferimos venir el último día porque está todo más tranquilo", cuenta.

Gustavo Montero también llegó junto a su esposa, hija y nieta hasta el cementerio penquista para dejarle flores a sus padres. "Tenemos hartos familiares acá, así que hacemos el recorrido de un extremo a otro. Lo bueno es que hoy las flores no están caras", explica.

Mientras que Inés Aguirre viajó desde Santiago junto a su esposo exclusivamente este fin de semana para visitar a sus suegros. "Somos los únicos que venimos a verlos ya, aprovechamos de visitar a unos familiares, nos quedamos en su casa y de ahí mismo trajimos las flores", comentó.

CUENTAS NEGRAS

Quienes no estaban muy felices eran los floristas, para quienes las ventas no mejoraron este año.

Carla Mardones comentó que "lo bueno es que con lo que vendimos recuperamos el dinero que gastamos, pero cada año están peores las ventas y pareciera que viene menos gente".

Para Carmen Roa el problema está en que las flores acá están más caras y que existe una mayor competencia en las afueras del cementerio. "No está saliendo a cuenta venir a vender acá, por que algunas personas ya vienen con flores de otros lados y no compran más, nos vamos a quedar con mercadería", puntualizó.