Cáncer en la Región
Las autoridades de Salud han señalado que las muertes por cáncer en la Región del Bío Bío han aumentado en forma significativa. Hace cinco años el 24% de los decesos se debían a esa causa, pero ahora representa el 27%.
Ese mal representa la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, pero a este ritmo de crecimiento, el cáncer podría ocupar el primer lugar. En la región, hay unas 50 mil personas que luchan contra el mal y al año fallecen más de 3 mil. El de tipo gástrico, entre los hombres, y el de vesícula, en las mujeres, son los que tienen mayor incidencia.
No obstante, regiones como Los Ríos, Antofagasta, Aysén y Arica son las que tienen las mayores tasas de la enfermedad en el país.
El cáncer es un problema creciente en todo el mundo, por varias razones, entre las que figura el envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida que aumentan la prevalencia de riesgo. Los principales factores detonantes son el tabaco, la obesidad, el bajo consumo de vegetales y frutas, la falta de actividad física, el abuso del alcohol y la infección con el virus del papiloma humano por transmisión sexual.
Consistente con ello, la Organización Panamericana de la Salud ha dicho que la cantidad de casos aumentará más de dos tercios en todo el mundo en los próximos 20 años. La mayoría de los que se proyectan ocurrirán en países de bajos y medianos ingresos. También los estudios de ese organismo revelan que los tipos de cánceres que lideran en América son de pulmones, próstata y colorrectal, en los hombres, y el cervicouterino y de mama, en las mujeres.
Demasiada gente es diagnosticada tardíamente, cuando la enfermedad es mucho más difícil de tratar y es más posible que lleve a la muerte del paciente. Los investigadores estiman que para el año 2030, serán diagnosticados 1 millón 700 mil casos en Latinoamérica y el Caribe, y habrá más de un millón de muertes debido a la enfermedad cada año.
En consecuencia, la prevención es importante. Esto significa llevar un estilo de vida sano, hacer ejercicio, evitar el tabaco, el alcohol, las comidas chatarras, consumir más frutas y verduras, a la vez que hacerse controles médicos periódicos para un diagnóstico precoz.