De lo moderno a lo post moderno
Polémica han causado las últimas semanas los argumentos del Acuerdo de Vida en Pareja (AVP). En términos generales considero adecuado "visibilizar y proteger" a todas aquellas parejas que históricamente han sido vistas o hecho sentir como familias de segunda categoría, restringidas de participar de estructuras más conservadoras como ciertos colegios, iglesias y/o trámites donde se requiere de la firma del cónyuge.
¿Se imagina usted si en esas mismas instituciones en vez de solicitar un certificado de matrimonio, solicitarán un comprobante de satisfacción o ajuste marital? Posiblemente, muchos quedarían fuera del proceso.
Bajo ese paradigma, el AVP da un lugar a los concubinos o elegantemente denominada uniones consecuenciales, así como respeto y legitimización a las parejas del mismo sexo. Desde esa perspectiva, me suscribo con todas aquellas familias que validan con madurez su relación de convivencia.
Desde un punto de vista psicológico las familias deberán comprometer aún más sus esfuerzos por mostrar una visión clara de vida a sus hijos.
El AVP no es un juego de buenas intensiones para probar cómo nos va "haciendo familia" y que, en caso no resulte, la ley los proteja haciendo más simple la separación. Aún cuando la frase sea cliché, todo lo que cuesta poco, no se valora, menos se cuida y rápido se olvida.
En Francia el 30% de las parejas con AVP terminaron en matrimonio, puede interpretarse como que el paso por el AVP los motivó a un mayor compromiso. No obstante, nada dice del 70%, si se separó o siguió con el mismo contrato y menos cuántos hijos quedaron en medio de ambos modelos.
Sin duda el AVP será un aliado de seguridad para aquellas parejas que por años han comprometido su amor haciendo familia, no obstante hay que cuidar que esta apertura moderna no se traspase a una decisión "pos moderna" de jóvenes o pseudo adultos que creen que arrendar un departamento es hacer familia. Sólo la madurez y la consciencia de nuestras decisiones garantizarán, más allá de la ley, un buen acuerdo de vida al interior de cada hogar.