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Descentralización

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Durante la primera quincena de octubre, la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización entregará a la Presidenta Bachelet las principales propuestas acordadas durante sus meses de trabajo, y que tienen como finalidad mejorar las condiciones de las regiones y diseñar políticas públicas que apunten en esa dirección.

La comisión, en la cual también participaron profesionales del Bío Bío, estableció, en líneas generales, varias propuestas acordadas en conjunto con diversas organizaciones regionales, las cuales se votaron la primera semana de septiembre.

Dentro del listado, y en el ámbito político, destacan la elección directa de intendente; declarar región plurinacional y multicultural a la actual Región de La Araucanía; y que el Tribunal Constitucional resuelva los conflictos de competencias entre el gobierno nacional, los gobiernos regionales o las municipalidades. En el plano administrativo, se propone el traspaso de competencias, servicios y programas públicos desde los ministerios y organismos centrales a la dependencia de la autoridad regional; y la creación de sistemas para la administración de las áreas metropolitanas, entre ellas el Gran Concepción. En cuanto a la participación ciudadana, en tanto, la comisión sugerirá que se cree una nueva Constitución democrática con un proceso de participación de los actores locales y regionales, así como también garantizar la alternancia en cargos de representación popular.

Las propuestas diseñadas por la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización sin duda abren una luz de esperanza para concretar el anhelo de las regiones de terminar con el agobiante centralismo del país. Como se ha dicho tanta veces, e incluso como lo han reconocido también los últimos gobernantes, Chile no puede seguir manteniendo este modelo de concentración en donde los principales perjudicados son los habitantes que no viven en el área Metropolitanas y sus instituciones.

Hay plena conciencia que las regiones, sus autoridades, líderes, vecinos e organizaciones quieren tomar sus propias decisiones para promover el desarrollo local, y no que, como ha sido la costumbre, Santiago siga decidiendo por nosotros. La Presidenta Bachelet tiene la oportunidad de terminar con una política de desigualdad y centralismo que ya no es sostenible.

Las propuestas diseñadas por la Comisión Asesora Presidencial

Curcunchos irrenunciables

tito matamala

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El único aspecto positivo de la ley de los feriados irrenunciables es que de pronto se vieron beneficiados los pequeños almacenes de barrio que se resisten a morir por la presión de los gigantes. Sus ingratos vecinos, que ya se habían acostumbrado a atiborrar de mercadería los carros de supermercados hasta con productos tan sencillos como una aguja de coser, han vuelto con la cola entre las piernas a comprar una botella de aceite en el de la esquina, o un saco de carbón porque tenemos otro asado la tarde del 18.

Eso y nada más.

Es cierto que cada uno de nosotros tiene derecho a disfrutar de las fiestas, pero con seguridad habrá personas modestas, o apremiadas por las deudas, que preferirán trabajar ese día para aliviar su bolsillo. Sólo desearían que les paguen lo justo, no una minucia de hora extra, sino una proporción digna de las ganancias sustanciosas que obtendrían las tiendas y supermercados por abastecer al chileno apurado, hambriento de costillar de chancho y sediento de .

El problema, no lo niego, es la tendencia gerencial de optar por el recurso de la esclavitud, es decir, pagar una miseria a su gente. Sin embargo, pudo haberse estudiado una mejor ley, y no ésta, que huele a demagogia en la defensa de los trabajadores.

Y se nos viene otra. Se ha sabido que un conjunto de parlamentarios promueve una iniciativa a fin de que todas las grandes tiendas, las cadenas de ferreterías, los centros comerciales y supermercados cierren a una hora temprana las tardes de los domingos y festivos. La razón que se esgrime es la misma: liberar a los pobres palafreneros del yugo capitalista. Y no se considera que haya familias que sólo disponen del domingo para realizar compras de abarrotes o materiales para la construcción. El intento de los legisladores de caernos simpáticos les nubla la mollera. Si por naturaleza los domingos son lánguidos, imagine cómo sería con el comercio cerrado, peor que un domingo en un pueblo del viejo oeste, con bolas de arbustos llevados por el viento.

No nos extrañe que el siguiente proyecto vaya en defensa de los sufridos futbolistas profesionales que, por el calendario del campeonato nacional, deben sacrificar domingos y festivos. Ello les priva de compartir con sus familias en una tarde de esparcimiento, quizás un paseo a la cordillera. Qué crueldad, qué maldad, la de los dirigentes deportivos. El fútbol está destruyendo la familia, que es el núcleo de la sociedad.

Y bien, que de prohibiciones ciegas, restricciones absurdas, normativas castradoras y burradas irrenunciables nos tienen curcunchos.

No nos extrañe que el siguiente proyecto vaya en defensa de sufridos futbolistas profesionales que, por el calendario del campeonato