Borrando con el codo...
La Presidenta Michelle Bachelet calificó como 'un día histórico' el 26 de septiembre de 2014, día de la promulgación de la reforma tributaria. Con la certeza de reunir los US$8.300 millones presupuestado, ha querido transmitir el optimismo del gobierno frente a los resultados esperados del libelo, sin reparar en la transformación en curso del sistema económico nacional y su efecto en la población.
Frente a la disminución de un 20% en sus ventas, un pequeño empresario de la zona norte que entrega servicios tecnológicos a la industria minera, reaccionó resignadamente calificando la coyuntura como 'una situación nunca antes vista' durante los 25 años de vida de su empresa; en la minería ya se habla de 40 mil despidos, producto de 'una pasada de cuenta a los sindicatos' por el abuso de poder que se ejerció durante el extenso período de inversiones que precedieron la bonanza en el precio de los metales, fue el comentario final que deslizó con un dejo de profunda inquietud.
En la misma línea, la opinión de un ejecutivo de una gran empresa transnacional, dedicada a prestar servicios a la minería; forestal y construcción, manifestaba su preocupación por la inestabilidad que se había instalado en el clima organizacional de su empresa, 'nunca antes visto en los años que llevo en la compañía', señaló.
Mientras que un pequeño comerciante y distribuidor de productos para los servicios de empaques de alimentación de la Región del Bío Bío, se lamentaba de la significativa disminución en las ventas y la incertidumbre que genera el 'comportamiento conservador de mis clientes' que le impide proyectar la evolución futura del negocio.
Sin excepción, todos los consultados manifestaban 'incertidumbre' respecto de la causa que originaba el actual escenario; así como, la totalidad de los consultados, reconocía estar evaluando un 'Plan B' para hacer frente al 'extraño' comportamiento de la economía.
La profunda preocupación reinante en el mercado laboral y la industria del país contrasta radicalmente con el ánimo declarado en el gobierno y el legislativo. En un ambiente de profunda ideologización, en el cual las autoridades han dado muestra visible de querer borrar todo vestigio de un modelo que ayudaron a construir y consolidar.
La economía chilena está sufriendo un proceso de transformación cuyo lado más negativo, como siempre, será absorbido por aquellos que dependen del mercado laboral y/o que no disponen de la capacidad para proteger su patrimonio frente a los potenciales daños de la actual coyuntura.