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En su necesidad de avanzar acorde a los tiempos que corren, el arte contemporáneo nacional se ha caracterizado por sus guiños y referencias a la contingencia, contribuyendo desde la creación estética a la reflexión en torno a la realidad local.

Un buen ejemplo es el título de la nueva exposición que se inaugura hoy, a las 18.30 horas, en la Casa del Arte de la Universidad de Concepción: 'Bomba de tiempo, vientos de cambio'.

La muestra, que permanecerá hasta el 26 de octubre en la sala 3 de La Pinacoteca, presenta obras de cinco destacados artistas nacionales. Tienen en común la investigación de diversos proyectos de participación colectiva, así como la acción y comentarios sobre sociedad y ciudadanía en nuestro país.

Se trata de Francisca Valenzuela, Gonzalo Sánchez, Carlos Montes de Oca, María Elena Naveillán y Mariana Kaplún. En sus distintas producciones abordan medios mixtos basados en el uso de información.

La propuesta curatorial es de Arturo Duclos, quien explora el sentido de emergencia de estas piezas en el accionar comunitario y en la reflexión profunda en torno a la realidad nacional del último tiempo.

'Sin el ánimo de ser taxativa, esta exposición pretende reflexionar desde las artes visuales sobre las manifestaciones de la calle y la sociedad. Esto, a través de comentarios, apuntes, participación ciudadana y entregas que permitan a los espectadores deliberar sobre los hechos. Se expone el síntoma latente de los procesos de cambio buscando hacer presente estos temas en diversos puntos del país. Vivimos en una sociedad fragmentada, que se pone de manifiesto en estas expresiones. El sentir de la desigualdad y la descomposición evidencian una tensión que genera un ambiente de latente descalabro...', explicó el curador santiaguino.

'Cuando comenzamos a planificar esta exposición con los artistas participantes hace dos años, personalmente pensaba que todo el proceso que estábamos viviendo iba a precipitarse y que durante el gobierno pasado, esta bomba de tiempo iba a explotar en cualquier momento. Eso da cuenta del profundo abismo en que está sumida esta discusión en nuestra sociedad. Lo que sí pensamos es en aportar a este diálogo con mensajes esperanzadores para la construcción de un nuevo futuro. Muchas de estas obras nos proponen una edificación vital en todos los niveles de nuestra sociedad. Sin el ánimo de ser políticas o perturbadoras, son imágenes honestas que nos revelan los rasgos que nos unen y sanan desde lo común a nuestra especie', agregó el artista y docente.

ENFOQUES REFLEXIVOS

La diversidad de estilos y reflexiones están entre los atractivos de la muestra. Allí Francisca Valenzuela basa su propuesta en el trabajo colaborativo que viene realizando hace un par de años, en una casa de acogida de niñas y adolescentes en riesgo social. En su operación se va involucrando muy sutilmente en los sueños, afanes, carencias y aspiraciones de las jóvenes.

Gonzalo Sánchez experimenta, en su irónica puesta en escena, con la fábula orwelliana, los avatares de una sociedad hedonista y superficial, en una rebelión intrascendente marcada por el humor y su delirante crítica materialista. En sus complejas construcciones pone en evidencia el riesgo y la inconsistencia de un proyecto social construido en inciertos cimientos.

Carlos Montes de Oca diseña una colosal mochila que evoca la actualidad de las marchas estudiantiles. Pone en el tapete los debates sobre seguridad ciudadana, el cuestionamiento a la autoridad. Levanta una discusión sobre estos tópicos, su verosimilitud y el valor de ésta polémica, que se ha instalado en el dominio público.

María Elena Naveillán aborda la palabra y su representación como metáfora vacía de un mundo superpoblado de significados. Para ello se apropia de elementos callejeros, carteles, señaléticas, paraderos de buses, periódicos y revistas, entre otros elementos.

También en el ámbito reflexivo, Mariana Kaplún creó estructuras de comunicación y manifestación social, como facilitadora instrumental de un método de expresión de la intimidad femenina. En la obra 'Bailar, amar, cantar, vivir' la artista se basa en los mensajes de felicidad y de sorpresa que contienen las galletas de la fortuna. Así busca construir, desde la simpleza, la idea de comunicación entre las personas.