La directora nacional (TP) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark, dio a conocer el resultado de la auditoría técnica que llevó a cabo el INE a las bases que contienen la información del levantamiento censal de 2012. La autoridad explicó que la necesidad de auditar técnicamente estos datos surge de la polémica -y consiguiente confusión pública-de lo ocurrido, por una parte, con las dos publicaciones de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2012 y, por otra, con los informes de las dos comisiones conformadas para evaluar el levantamiento de hace dos años.
La investigación, que duró alrededor de cuatro meses y que fue liderada por expertos del propio organismo técnico con asesoría directa del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), consistió en la realización de un contraste entre los objetivos básicos a los que debe responder un Censo de Población y Vivienda y el grado en que la información del levantamiento del año 2012 permite cumplir estos objetivos, considerando los niveles de cobertura y calidad del mismo.
Entre las principales conclusiones que arrojó la auditoría, Clark dio a conocer que de manera preliminar se pudo establecer una omisión del 9,6%. Esta omisión, según el INE, es superior a los registros históricos de censos de población y vivienda en Chile desde el año 1952 y presenta además gran heterogeneidad a nivel regional, lo que indica alta variabilidad en los niveles de calidad estadística de la información e impone importantes limitaciones a la utilización de los datos.
En cuanto a la estructura de población por sexo y edad, los análisis realizados muestran consistencia con los censos anteriores en la declaración de la variable edad, pero una brusca caída en los índices de masculinidad (de 97,1 del Censo 2002 a 95,0 en 2012), que no tiene explicación demográfica posible.
Esto impide saber con exactitud por medio del levantamiento 2012 cuántos hombres y mujeres hay en Chile.
Por otra parte, se observa un crecimiento importante en el porcentaje de viviendas con moradores ausentes (3,1% del total de viviendas en el país). Además, el levantamiento 2012 muestra un 1,3% de moradores ausentes en el área rural, versus un 3,4% en el área urbana, lo que da cuenta de una heterogeneidad que compromete los objetivos de un censo en cuanto a asegurar niveles mínimos de calidad estadística para todas las áreas geográficas.