La palabra de Mario Lorca
Su voz electriza, cautiva, emociona. Deja al auditorio bajo el yugo de los sentimientos y de las sensaciones.
Es Mario Lorca, actor y recitador. Con Humberto Duvauchelle cumplirá 26 años de presentación de 'La noche de los poetas'. Los acompaña Juan Carlos Leal, músico. Un programa especial de cultura. En los últimos tiempos anduvieron en San Antonio y San Vicente de Tagua Tagua. Recrearon a Pablo Neruda, Nicolás Guillén y Federico García Lorca, entre otros.
Reconoce que 'la poesía es embrujante, mágica, magnética'. Alto como un basquetbolista, gesticula, estremece y convence. Confiesa: 'Yo soy Lorca de Punucape, cerca de Valdivia, e hijo de El Palqui, colindante con Monte Patria, en los aledaños de Ovalle.
Con Jaime Lorca -quien no es su pariente- hará el recital 'Los poetas bajaron del Olimpo'. En sus palabras reaparecerán Neruda, Pablo De Rokha, Gabriela Mistral, Nicanor Parra y Jorge Teillier.
Mario Lorca cuenta: - La actriz Patricia Rivadeneira me dijo que Nicanor, próximo a cumplir 100 años, bailó siete pies de cueca.Sonríe con picardía y admiración.
Jaime Lorca acaba de regresar de un festival shakespereano, donde presento 'Otelo'. Se entusiasma con su creatividad: - Es probable que intentemos revivir las tertulias de antaño. Sus ojos se desentornan cuando nombra a Rafael Frontaura, Alejandro Flores y Pedro Sienna.
En 1956 llegó a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, que dirigía, Agustín Siré. Evoca: - Mis maestros fueron él, Pedro de la Barra, Domingo Tessier, Jorge Lillo, Pedro Orthus y Roberto Parada.
Mario Lorca me visita en mi hogar y recita a los más grandes. Encandila a Verónica Amigo y a Beatriz Catalán, quienes me acompañan. Sin asomo de inmodestia destaca que se instituyó el Premio Mario Lorca Aguilar para las personalidades, instituciones, grupos y conjuntos que se hayan distinguido en el arte y la cultura. Lo otorga la municipalidad de Monte Patria.
Ama el teatro sin renuncia, con estremecimiento y afán, ánimo y sentido. Desovilla sus recuerdos: - Sentí que había descubierto el teatro cuando equivocadamente entré en La Serena a una carpa y no había payasos, aserrín ni trapecistas. Era un teatro móvil. Fue en el año 40 ó 41. Precisa que fue espectacular ver a los actores a pocos metros.
Su corazón se agita y enternece, en el tejido de las añoranzas y en la captura de su devoción por el arte teatral, que lo amarró para siempre Entonces, recita La Palabra, la gran creación de Pablo Neruda sobre el origen del español en Chile. Porque ya es la palabra de Mario Lorca.