Viento en popa zarpó este año la empresa pesquera Camanchaca. La compañía con más de 35 años de operaciones en el país mira con optimismo la actividad en sus tres principales áreas de negocio, con la seguridad de que las aguas se mantendrán calmas debido a que hoy el sector cuenta con un marco regulatorio más claro, que le otorgó la nueva Ley de Pesca.
El gerente general de la compañía, Ricardo García Holdz, recordó que los años 2011 y 2012 fueron complejos no sólo por las condiciones del negocio propiamente tal, sino también por esta situación institucional que vivía el sector pesquero.
-Cuando uno se embarca en estos emprendimientos que tienen horizontes de largo plazo, donde se hacen los esfuerzos necesarios para tener retribución en el largo plazo, la discusión, el cuestionamiento, la incertidumbre respecto del marco institucional en el cual uno va a trabajar sin duda que afecta. Y tuvimos ese sentimiento de inestabilidad y cuestionamiento durante esos años. Afortunadamente, las autoridades, los legisladores y, en general el sector, permitieron que esa discusión terminara con la aprobación de la ley y ese hito nos da algo más de tranquilidad para planificar mejor el futuro.
-Recordemos que esta nueva ley de pesca fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso y ahí los elementos que más rescato son: el que contrariamente a las ideas originarias, los esfuerzos hechos durante décadas por la industria pesquera se plasmaron en derechos de un nivel equivalente al que teníamos en ese momento lo cual nos permite mirar hacia adelante y, en segundo lugar, el especial énfasis que se pone en el cuidado y en la sustentabilidad de las pesquerías.
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-Contrariamente a lo que unos pocos puedan gritar, de que la industria pesquera ha diezmado las pesquerías de Chile es justamente lo opuesto. Las empresas pesqueras y especialmente Camanchaca tenemos muy claro que la biomasa que hoy pescamos es nuestra fuente de trabajo futura. Este énfasis de la nueva ley de pesca en el cuidado de la sustentabilidad de los recursos nos parece algo muy positivo, aun cuando pudiera tener costos en el corto plazo. También nos da tranquilidad lo que ha pasado con el jurel en el ambiente internacional, en la Organización Regional de Pesca (ORP), en cuanto ordenar y cuidar esta pesquería que es uno de los principales recursos pesqueros de Chile y fuente de desarrollo económico y empleo para mucha gente. Además, detrás de esta pesquería está todo el valor agregado y la producción de alimentos para consumo humano que hace la industria.
-La sardina es otro de los recursos más importantes para esta Región con alta incidencia en el bienestar de tanta gente. Creemos que la autoridad dio una muestra de madurez y cuidado por la especie que se vio reflejado en las cuotas de este año, que fueron moderadas, cuidadosas y han permitido una recuperación de la sardina que a muchos nos sorprendió. Este año tenemos una cuota de unas 600 mil toneladas que creo las vamos a cumplir, pero recordemos que en esta pesquería actúan de manera muy importante los pescadores artesanales que hoy son dueños del 78% de la cuota global.
-Estamos embarcados en un plan trienal (2015-2017), en construcción, para ser más eficientes, mejorar nuestros procesos y productos, que mitiguen y cuiden no solamente la variable medioambiental, sino que la superen. Estamos en un momento mucho mejor que el que estábamos hace un año atrás, cuando nos cuestionábamos qué tipo de industrias queríamos. Por lo pronto, hay un esfuerzo importante para asegurar que el transporte de la pesca artesanal que se desembarca en la Octava Región y llega a nuestras plantas se haga de mejor manera. Este año nos pilló un poco de sorpresa por los volúmenes de sardina que llegaron. Como todo en la vida hay cosas que preocupan, que están presentes, pero me parece que en el contexto global hoy estamos en mejores condiciones que hace un año atrás, sin duda.
Durante la temporada de pesca de jurel sardina operaron 8 barcos y en las capturas del
En Camanchaca tenemos muy