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Por motivos diferentes

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Todos se casan y se separan en nombre del amor tomando como referencia el futuro y el cumplimiento o incumplimiento de las expectativas, sueños y anhelos personales.

El problema no está en el amor, entendiéndolo 'simplemente por el cariño mutuo y percepción de felicidad', sino que en la 'concepción de lo que es amor y en las expectativas que tengo con el otro'. Configuraciones que parecen no tener importancia a la hora de dar el 'Sí', pero que son la principal fuente de crisis y separación conyugal.

El hombre se casa esperando que su mujer no cambie, almacenando en su mente esa imagen de amor, humor, pasión y comprensión. En contraposición, la mujer se casa esperando que su marido continúe enamorándola eternamente.

Esa es una queja común para aquellos que tienen una visión romántica del amor, manifestando 'que él/ella ya no es la persona de la cual me enamore'.

El problema no es el cariño o el ego lastimado que manifiestan esas personas, sino que la construcción limitada de su concepto, situando al amor dentro de sí como una expresión de lo que el otro 'hace o deja de hacer' para lastimarme o enamorarme.

Si los dos se aman presos de sus demandas, ninguno de los

dos se va a sentir amado dando paso a la eterna lucha de insatisfacción, sosteniendo la relación sobre la base del 'compromiso de estar'.

El amor fluye hacia mi interior pero se manifiesta fuera de mí, por lo tanto la otra persona no es mía y menos está ahí para cumplir mis necesidades. Cuando se vive así, el amor se vuelve tirano, vulnerable y preso de cualquier cambio de conducta.

Cuando el amor sea construido como un concepto evolutivo, dinámico, basado en la libertad de escoger estar, sustentado en la lealtad y en el compromiso mutuo, sin duda que no va a existir violencia, infidelidad, sufrimiento, depresión y, menos, la necesidad de aferrarse a una persona en nombre del amor más que a la tranquilidad del amor propio.

Sepa en qué fijarse al contratar a un entrenador personal

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La primavera está a la vuelta de la esquina y, con el cambio de temporada, también las prendas de vestir se vuelven más ligera y se comienza a mostrar más piel.

Por eso, son muchos los que comienzan a cuidar la línea y a prepararse para enfrentar el verano en forma. Algunos empezaron desde ya y otros esperarán las Fiestas Patrias, pero las dietas complementada con alguna actividad física se vuelven más comunes en los últimos meses del año.

No obstante, el problema del estilo de vida saludable, es que no todos logran mantenerla, por lo que muchos terminan abandonando las sanas rutinas. En ese sentido, una buena alternativa para no dejarla, es contratar los servicios de un entrenador personal.

Y, para quienes estén pensando en esta opción, el subdirector de la Escuela de Deporte de Aiep, Víctor Donoso, dice que lo primero en tener en cuenta, es solicitar la documentación que demuestre que el entrenador personal es titulado o que está certificado en su profesión. Pedir recomendaciones y referencias de otros clientes también es una buena idea.

Asimismo, aclara que no hay que dejarse llevar por el físico del monitor ni porque tiene planeadas extenuantes rutinas. Lo importante es la responsabilidad que demuestre y la constancia de las sesiones de práctica.

MOTIVACIÓN

Y SALUD

Si hay un aspecto que un entrenador profesional preguntará desde el comienzo, éste será la salud del alumno. Por lo mismo, Donoso explica que cualquier rutina de ejercicios que diseñe éste, debe estar basada en el estado de salud de la persona, ya que una sesión intensa puede tener malos resultados.

Además, puntualiza que 'un buen instructor también recomendará un estilo de alimentación que debe ser acorde con las calorías necesarias para estar con energía durante el día'.

Y es que es clave que el 'personal trainer' sepa transmitir los planes de entrenamiento y alimentación ideales, además de que debe ser capaz de resolver las dudas que puedan surgir en el camino.

Felicitar al alumno cuando haga un buen trabajo y por mantener la disciplina, además de levantar el ánimo cuando esté con poca energía, también son tareas del instructor, quien debe ser un buen motivador.

Por último, cuando se contrate el profesor, es aconsejable llevar un registro fotográfico de la figura para poder comprobar si está haciendo efecto la rutina. En ese sentido, la talla de ropa es también un buen indicador.

'Basta con una maestra que crea en el niño para cambiar la historia de vida'

Por natalia quiero sanz

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Aportar a un cambio en el paradigma sobre los problemas de aprendizaje y la educación es lo que anhela la mexicana María del Rocío Vásquez Escalona. Ella, profesora de Educación Preescolar, especializada en corrección de problemas de aprendizaje derivados de la dislexia y terapeuta floral (Flores de Bach), tiene en Guadalajara, hace 14 años, un centro llamado 'Mundo de las Letras' donde realizan tratamientos multidisciplinarios a niños diagnosticados con algún problema de aprendizaje.

Lo básico es ver a los muchachos que tienen diagnósticos

La principal dificultad de

Un buen instructor va a preguntar por el estado de salud de quien lo