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Un alma generosa

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El Consejo Regional del Colegio de Periodistas de Chile en la ceremonia destinada a recordar la creación del Colegio Nacional instituido como Día del Periodista entregó el Premio Comunidad a Rosmarie Prim. Lo hizo justo cuando se cumplen cuarenta años de trabajo de la galardoneada en dos ámbitos: el de la artesanía y en la educación preescolar.

Rosmarie, como tantas otras mujeres, llegó a vivir a Chile y más específicamente a Concepción, por amor. En Alemania, donde nació, conoció al académico y artista, Eduardo Meissner, con quien se casó. Ella tenía apenas 21 años, y había vivido la guerra.

Instalada en la ciudad, Rosmarie no se dedicó solo a disfrutar de las bondades de su nueva familia, sino que con la sensibilidad que solo dejan las heridas causadas por una guerra: pobreza, desintegración social y destrucción física ; entendió que aquí también había batallas que ganar, la principal de todas: contra la pobreza.

Decidida , organizó a mujeres del sector rural de Copiulemu y descubrió aquellas habilidades que ellas tenían en el bordado. Aprendieron, se perfeccionaron y surgieron las Bordadoras de Copiulemu. Una bella forma de generar una entrada económica.

En cuatro décadas se han convertido en un referente nacional en materia de artesanía tradicional.

Creó asimismo el primer jardín infantil rural. El parvulario Manderscheid, en honor a la ciudad de donde proviene Rosmarie y de la cual recibió el apoyo económico inicial. Su propósito que sirviera a la comunidad de la pequeña localidad vecina a Concepción, donde se ubica el campo familiar. Así lo ha hecho y hoy los hijos de los primeros alumnos que allí hicieron sus estudios han llegado a ver a Rosmarie, con la consiguiente emoción de comprobar que lo sembrado da frutos.

Cuando se habla de la importancia de la educación pre escolar, la que determina el destino de los chilenos, he aquí un ejemplo vivo. En la actualidad se atiende a 50 niños (as) en los niveles pre kínder y kínder y es apadrinado por la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción.

Las bordadoras, en tanto, tuvieron su consagración con la confección del Tapiz Papal, que sirvió de telón de fondo a la misa dedicada al mundo del trabajo que el Papa Juan Pablo II ofició en el Club Hípico, en abril de 1987. Actualmente este se encuentra en el altar mayor del santuario de la Candelaria en San Pedro de la Paz.

Gracias a los cuidados se mantiene en excelentes condiciones y como tal fue exhibido en la exposición realizada en abril último en el campus San Andrés de la Universidad Católica. Las bordadoras obtuvieron el año 2012 la Certificación de Excelencia otorgada por la Unesco, entre otros premios y han participado en diferentes ferias y exposiciones.

Las actividades de Rosmarie, artista ella misma, hablan de inteligencia , sensibilidad, de ser un alma generosa. Para serlo-pienso- hay que desdoblarse de uno misma y preocuparse de los otros.

Eso es digno de reconocer. Así lo hizo el Consejo Regional (y lo han hecho otras instituciones) a una mujer que además vivió hace pocos meses su vía crucis personal al perder a una de sus dos hijas, lejos suyo.

Me da la impresión que ahogó su enorme pena, se secó las lágrimas y siguió trabajando a favor de su comunidad.