Una recomendación es revisar, mes a mes, los lunares que se tienen, de manera de poder hacer un seguimiento y saber si hay uno nuevo o si alguno cambió de un mes a otro. Si es así, se debe consultar a un médico, al igual que si se tiene un nódulo o una espinilla por varias semanas.
Los pacientes con piel muy blanca, colorines, rubios o que no logran broncearse, tienen más riesgos de tener tumores a la piel. El riesgo aumenta si además su familia tuvo melanoma, tipo de cáncer donde aparecen lunares oscuros y que si se profundizan un poco pueden tener metástasis.
Según detalló el profesional, las estadísticas dicen que en mujeres aparecen mayormente en las piernas, mientras que en los hombres, es en el tronco. No obstante, es común que haya en las plantas de los pies, 'donde la revisión no es tan común, en especial en adultos mayores, personas con problemas a la columna o personas con obesidad, por lo que también hay que mirar si te tiene lunares allí y hacer seguimiento', explicó.
La menor cantidad de grasa en la piel de los adultos mayores hace que sea necesario tener cuidado con la cantidad de jabón que utilizan.
¿En qué momento de la rutina diaria va el bloqueador? El especialista sostuvo que 'siempre va al final, hay que imaginarse que es como el cubrecamas. Este paso debe ser el último antes de salir y por eso se debe tener la costumbre que aplicarlo diariamente'.
'La grasa es buena, eliminarla totalmente es un error', aclaró el profesional, indicando que el exceso de aseo puede arrastrarla de la piel, dejándola sin esta barrera protectora.
El exceso de agua y jabón son unos de los errores más comunes, donde hay un exceso de aseo y largas duchas con gran uso de jabón. El agua debe ser tibia (jamás caliente) y para las personas con piel sana basta con el uso de jabones neutros para mantener un buen aseo de la piel, mientras que personas con mayor sensibilidad requieren también mayor cuidado.