Japón creará un sistema para predecir más rápido las lluvias torrenciales
El Gobierno de Japón anunció el desarrollo de un sistema capaz de predecir más rápido las lluvias torrenciales y los desplazamientos de tierra, después de que estos fenómenos dejaran el pasado martes al menos 42 muertos en el oeste del país nipón.
Japón es un país lluvioso y con una alta humedad. Las corrientes tropicales que llegan a la zona producen tifones, que causan diversos daños a la comunidad. Por ello la urgencia de buscar una solución para prevenir este tipo de catástrofes, al igual que su sistema para avisar los eventos sísmicos a través de la televisión, el computador y el teléfono móvil.
El Ejecutivo ha puesto en marcha esta iniciativa ante la mayor frecuencia con la que se están registrando lluvias torrenciales en Japón, y tras las críticas recibidas por la gestión de la situación en el oeste de dicho país.
El proyecto será dirigido por un centro científico estatal y varias universidades, con el objetivo de desarrollar para 2020 un sistema capaz de predecir las precipitaciones torrenciales que se produzcan de forma repentina y no hayan podido detectarse con más antelación con métodos convencionales.
Asimismo, los investigadores del Instituto Científico Nacional para las Ciencias de la Tierra y la Prevención de Desastres aspiran a contar con un sistema para anticipar los desplazamientos de tierra provocados por las lluvias para 2030, a partir del análisis de datos orográficos y meteorológicos.
Mientras, las autoridades niponas han elevado a 42 las víctimas de las lluvias torrenciales caídas la madrugada del miércoles sobre el oeste de Japón, y continúan con la búsqueda de otros 43 desaparecidos.
En la localidad de Hiroshima cayeron en sólo tres horas unos 200 milímetros de agua, el equivalente a la que se recoge normalmente en todo agosto en esta región montañosa.
Más de dos mil bomberos, policías, militares y voluntarios venidos de localidades cercanas siguen buscando sobrevivientes entre escombros y barro arrastrados por las precipitaciones y por las crecidas de canales y ríos.
Algunos sectores de la sociedad nipona han culpado a las autoridades de no haber emitido una alerta de evacuación hasta una hora después de producirse las primeras alarmas y avisos a los bomberos.