Secciones

Dar leche humana es dar vida

E-mail Compartir

Gabriela Mistral.

Hoy sabemos con certeza, que es el alimento más adecuado y óptimo para el desarrollo del lactante, por su equilibrado contenido de componentes y nutrientes como el agua con un 88%, proteínas específicamente caseína 30% y 70% proteínas del suero, inmunoglobulinas IgA, lactoferrina, taurina, cistina. hidratos de carbono como la lactosa que es importante, ya que, provee el 40% de la energía, se metaboliza en glucosa y galactosa y está última participa en la formación de galactolípidos necesarios para el sistema nervioso central.

La alta concentración de lactosa facilita la absorción del calcio, y el hierro y promueve la colonización intestinal con el lactobacillus bifidus. Esta última es parte de la flora microbiana fermentativa que al mantener un ambiente ácido en el intestino, inhibe el crecimiento de bacterias, hongos y parásitos. Además, se han identificado más de 50 oligosacáridos presentes en la leche humana. La composición de los ácidos grasos de la leche humana es relativamente estable, con un 42% de ácidos grasos saturados y 57% de poliinsaturados.

Los ácidos grasos araquidónico (C 20:4) y docosahexaenoico (C 22:6) participan en la formación de la sustancia gris y en la mielinización de las fibras nerviosas y se forman a partir de los ácidos linoleico (C 18:2) y linolénico (C 18:3). Estos últimos se obtienen de la dieta de la madre. El contenido de ellos es alrededor de 4 veces mayor en la leche humana (0,4 g/100 ml) que en la de vaca (0,1 g/100 ml).

Además, tiene micronutrientes como las vitaminas liposolubles A, D, E y K y las hidrosolubles como B12, niacina, ácido fólico y ácido ascórbico. También incluye minerales como: calcio, hierro, fósforo, magnesio, zinc, potasio y flúor. Son numerosas las bondades nutricionales de la leche humana, quizás un concepto que resume sus cualidades es que es un 'fluido vivo'. En virtud de todo lo anterior, es pertinente destacar que para el presente año 2014 el lema es, lactancia materna: un triunfo para toda la vida.

El Puente Chacabuco

E-mail Compartir

El Puente Chacabuco (o Puente Bicentenario) parece que va a 'hacer época' en nuestra ciudad, por la curiosa y accidentada gestión que esa obra ha tenido desde su inicio en 2010 (cuando colapsó definitivamente el noble Puente Viejo, el primero sobre el Bío Bío).

Ya en 2014 se lo ve como un posible punto de quiebre en la trayectoria casi en picada a la decadencia de nuestra ciudad y la región. La primera vez que se planteó la idea de construir allí un puente fue hace ya más de 20 años en el Plan Seccional Costanera, estudio que mi oficina profesional desarrolló entre 1998 y 1990 para la Municipalidad de Concepción, con el respaldo técnico oficial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Allí se planteaba este nuevo puente, paralelo al entonces histórico pero aún en funciones Puente Viejo, del cual ya había serias dudas sobre su 'sobrevida'. El diseño propositivo, como el de todo plan urbanístico, planteaba casi la misma ubicación de la obra en 'trámite de construcción' actual, y llegó a contar con un Vº Bº del Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Vialidad.

Entonces, lo ubicamos allí por ser el futuro puente de reemplazo al Puente Viejo, en la ubicación más civil y lógica en la ciudad, desde la óptica de los tránsitos y tráficos urbanos o civiles, que nunca podrían ser de transporte pesado o industrial, como después de aquello sucedió con el Puente Llacolén, fundado desde Santiago por Lagos y Frei en el eje de la avenida Los Carrera, apoyados en el estudio de unos jóvenes memoristas de la Jica, la agencia internacional de cooperación internacional del gobierno japonés que apoya a los países emergentes.

El Plan Seccional Costanera de 1990 estuvo a punto de ser aprobado oficialmente por el gobierno de Patricio Aylwin, no obstante haber sido gestionado y elaborado en las postrimerías del gobierno militar. Solo a punto, ya que fue detenido por las gestiones negativas del entonces gobernador provincial Ignacio Ugarte, sin explicaciones públicas conocidas. Si hubiese llegado a ser un Plan Seccional oficial, habría tenido fuerza de ley y su trazado habría sido desde entonces (1990) declarado faja de utilidad pública, aunque siempre supimos que los terrenos de las poblaciones comprometidas eran, y aún lo son, bienes nacionales, terrenos fiscales. Oportunidades lamentablemente perdidas, nuestro pan de cada día en esta región.

Es verdad que después de algunos años, surgió el Programa Ribera Norte, por la voluntad política de Frei Ruiz Tagle. Pero con profesionales de Santiago y uno de Buenos Aires, programa que armó las cosas en algunos aspectos bien, en otros, regular y en algunos nada de buenos, también con muchos aspectos inconclusos. Y se privilegió el interés local interno del área, más que los intereses proyectivos de la ciudadanía toda, muy bien auscultados mediante una encuesta tipo Delphi que hizo nuestro equipo, que no coincidieron con los enfoques que en buena parte guiaron el programa del gobierno central. No obstante, hubo una voluntad política potente, aunque nacional más que regional, con acciones de gestión también efectivas, lo que en esta obra parece que no existió.¿Saldremos desde este punto de quiebre?

Otra cosa es con pizarra

E-mail Compartir

Los pilares de la propuesta de reforma educacional impulsada por el Ejecutivo han sido el fin al lucro, fin al copago y el fin de la selección. Tres ejes que no necesariamente contribuyen a mejorar la calidad de la educación pero probablemente, y haciendo una lectura política, sí a contener eventuales protestas y tomas de establecimientos por parte de los movimientos estudiantiles.

De esta manera han quedado al margen de la discusión inicial temas relevantes tales como el fortalecimiento de la educación pública, la revisión de los programas y currículos de estudio, la promoción de una carrera docente que favorezca la modernización del actual estatuto docente, la reincorporación de la Educación Cívica al sistema educativo, la inclusión y acceso de personas con necesidades especiales a la educación, la incorporación de tecnologías a los procesos de aprendizaje en el aula, la promoción y fortalecimiento de liceos de excelencia y el ingreso de jóvenes profesionales que actúen como agentes de cambio social en los establecimientos educacionales favoreciendo, en simultáneo, aprendizajes y liderazgos, entre otros. A lo anterior se suma un debate que ha estado marcado por una prepotencia innecesaria de imponer las mayorías cuando lo relevante, en la elaboración de políticas públicas que vayan en directo beneficio de la ciudadanía, es tener una mirada de Estado que sea amplia, convocante, participativa y dialogante con todos los sectores en pos de la construcción de una gran revolución educativa y necesaria para Chile.

Cuando el ministro Eyzaguirre, tras exponer en Icare, realza su rol tanto como ex ministro de Hacienda y ex director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI no hace sino dar cuenta que es un buen Ingeniero Comercial y, como tal, no tiene por qué saber necesariamente de Educación en una cuestión que, en definitiva, nos demuestra que otra cosa es con guitarra o, para estos efectos, con pizarra.