Expectación causó este fin de semana en el sector de Caleta El Morro de Talcahuano la presencia de un ejemplar de elefante marino, según lo identificaron los pescadores más experimentados.

Los vecinos señalaron que el ejemplar llegó el sábado a la caleta y estuvo reposando a la entrada del canal, sobre las rocas. Allí los más osados se acercaron para tratar de calcular sus dimensiones, la que estimaron entre tres y cuatro metros.

Los pescadores lo observaron con simpatía y curiosidad y lo dejaron descansar, esperando que pronto volviera a mar abierto. El elefante marino, al contrario, empezó a avanzar hacia el interior del canal. Pasó junto al conjunto de lanchas que estaban atracadas en la caleta hasta alcanzar un sector apacible del canal, donde se quedó ayer por varias horas.

Jaime Zapata, un botero, encargado de cruzar a los trabajadores que cruzan entre las plantas y la caleta, lo observó desde que llegó y no dudó también en identificarlo como elefante marino. Indicó que mide varias veces más que un lobo marino y tiene una nariz característica, que le da el nombre. Calculó que sale a respirar cada veinte minutos.

Aunque los habitantes del sector, pescadores y sus hijos, especulaban sobre la llegada del visitante, se pensaba que este entró al canal siguiendo algún cardumen y se encontró con mayor facilidad para alimentarse y descansar en el lugar. Esto último porque hubo momentos en que parecía estar en áreas de poco fondo y se podía ver en casi toda su dimensión.

Se trataría de un elefante marino del sur, que es el más grande de las focas. Es de color gris claro y emitía suave sonido de resoplido. Se dice que los machos pueden alcanzar las cuatro toneladas de peso, el cuádruple de las hembras. El hábitat donde más se le encuentra es alrededor de la Antártida, aunque se pueden encontrar en distintos océanos.