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Cariño y dinámicas lúdicas, las herramientas ideales para educar

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'Nosotros no construimos viviendas ni juegos, construimos sueños y esperanzas'. Con esa certera convicción, los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad San Sebastián concluyeron una semana de trabajo en la Escuela 'Alejandra Varela Santamaría' de Quilacoya, localidad cercana a Hualqui.

Fue en ese establecimiento educacional donde desarrollaron su Escuela de Invierno, actividad a la que dedicaron el tiempo de sus vacaciones y que por primera vez realizaron en esta época del año. En las dos primeras oportunidades habían efectuado el programa en verano en la localidad de Calebu, en las cercanías de Contulmo.

Esta iniciativa dista de los tradicionales trabajos de invierno, dice Alexi Jara Rocha, presidente del Centro de Alumnos de Pedagogía Media en Historia y Geografía de la USS, pues en este caso lo que se pretende no es levantar infraestructura ni entregar materiales, sino que lo que buscan los futuros profesores, es dejar una marca indeleble en cada niño que asistió a la escuela que se llevó a cabo durante una semana.

CERCANÍA Y DIVERSIÓN

Durante una extensa jornada los niños permanecían en la escuela. Entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde, participaban en diversas actividades diseñadas con esmero y, sobre todo, cariño.

Alexi dice que el objetivo principal de esta actividad es cambiar el tipo de relación que el alumno tiene con el profesor, promoviendo un vínculo más cercano y basado en el amor.

Del mismo modo, esta nueva generación de pedagogos pretende que el juego sea un medio primordial en el proceso de aprendizaje.

Para eso, organizaron diversas dinámicas para afianzar conocimientos en cada asignatura, fomentando el desarrollo cognitivo, pero también las habilidades motrices y los aspectos afectivos. Esto, porque tienen la certeza de que los niños aprenden más y mejor cuando el profesor emplea estrategias lúdicas.

Por eso generaron jornadas provechosas, con el objetivo de que los niños adquirieran aprendizajes significativos y que, además, lo pasaran bien. Con este fin desarrollaron un taller llamado 'Salvando el planeta', otro de sexualidad, de danza y teatro.

TODA LA COMUNIDAD

Gonzalo Ruiz Arrau, alumno de Pedagogía Media en Inglés y también participante en la escuela, relata que la actividad incluyó a toda la comunidad escolar, niños, apoderados y asistentes de la educación.

Cada día, luego de que los alumnos terminaban sus actividades, el grupo de universitarios realizaba dinámicas con los adultos. 'Las mujeres hicieron un taller de belleza con las mamás. Ése era el gancho, porque en el fondo lo que se buscaba era hablar sobre temas de educación', agrega Alexi.

Ambos alumnos de Pedagogía valoran los diversos apoyos que recibieron para llevar a cabo esta actividad. Postularon a fondos de la Dirección de Asuntos Estudiantiles USS para cubrir el gasto en materiales y traslados, mientras que gracias a proyectos presentados a Junaeb financiaron la alimentación de los niños y de los universitarios.

Cuentan que también recibieron el apoyo de las familias de la localidad, las que estuvieron siempre dispuestas a ofrecerles ayuda y de Carabineros, que les proporcionó calefacción para las frías noches de Quilacoya.

Tras la satisfactoria experiencia, la idea que tienen es replicar la misma acción en el Alto Bío Bío, pues lo que anhelan es que muchos niños de la Región vivan esta experiencia de aprendizaje basada en el amor y el juego.

Y del éxito de esta escuela saben, pues Alexi cuenta que se vio reflejado en la cercanía que lograron con los niños que, a pesar del intenso temporal, fueron hasta la estación de Quilacoya para despedirlos el pasado domingo 27 de julio.

Los alumnos que