Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bradford, Inglaterra, por medio de un examen de sangre se puede determinar si las personas padecen de cáncer, con una alta precisión.
La prueba permite que los médicos descarten la presencia de esta enfermedad en pacientes que presentan ciertos síntomas.
Este descubrimiento conllevaría, entre otras cosas, a ahorrar tiempo y evitar procedimientos invasivos, costosos e innecesarios, tales como colonoscopías y biopsia.
Para diagnosticar a los pacientes, el estudio realiza una prueba a los Linfocitos Genoma Sensibilidad (LGS) que se observan en las células blancas de la sangre, midiendo el daño causado en su ADN cuando se someten a diferentes intensidades de luz ultravioleta (UV), que lo terminan dañando.
Los resultados del estudio muestran una distinción entre el daño a las células blancas de la sangre de pacientes con cáncer, con condiciones pre-cancerosas y de pacientes sanos.
Para ello se analizaron muestras de sangre de 208 individuos. De ellos, 94 estaban sanos y fueron reclutados del personal y estudiantes de la Universidad de Bradford.
Las 114 muestras de sangre restantes, fueron recolectadas de los pacientes derivados a clínicas especializadas de la Enfermería Real de Bradford (Bradford Royal Infirmary) antes del diagnóstico y el tratamiento.
Por lo anterior, se observó que el daño UV en forma de trozos de ADN, que es tirado en un campo eléctrico hacia el extremo positivo del campo, causa una cola similar a la de los cometas.
En la prueba de LGS, se constató que la cola más larga era la con más daño en el ADN. Las mediciones se correlacionaron con los 58 pacientes que fueron diagnosticados finalmente con cáncer, los 56 con condiciones pre-cancerosas y los 94 que estaban sanos.