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Científicos sugieren que el chisme en las mujeres ayuda areducir la ansiedad

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El chisme siempre ha sido asociado con el sexo femenino en la cultura popular. Pero más allá de su contenido, la ciencia intenta comprobar qué tan beneficiosa puede ser esta actividad social.

Un estudio realizado por la Universidad de Michigan afirma que las mujeres pueden reducir el estrés y la ansiedad gracias a la 'copucha'. Estar emocionalmente cerca de un amigo aumenta los niveles de progesterona, lo que provoca una disminución de este trastorno de la era contemporánea.

La progesterona es una hormona sexual que fluctúa con el ciclo menstrual y que, junto con los estrógenos, contribuye a la formación de los caracteres sexuales secundarios en las mujeres.

Esta hormona sería una 'posible parte de la base neuroendocrina para la vinculación social en los seres humanos', según la doctora Stephanie Brown, autora principal de esta investigación.

Los especialistas examinaron la relación entre la progesterona y las relaciones personales de 160 mujeres. Durante el experimento midieron los niveles de progesterona y de la hormona del estrés a través de la saliva y analizaron sus ciclos menstruales.

Para los investigadores es 'importante encontrar los vínculos entre los mecanismos biológicos y el comportamiento social humano'.

Dormir

Por Carolina Collins

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Diversos estudios científicos han podido comprobar que el sueño es un favor clave con respecto al rendimiento cognitivo de las personas. El cerebro, según han concluido diferentes investigadores en las últimas décadas, es 'plástico', es decir, las conexiones neuronales cambian y ajustan adaptándose para entregar nuevas respuestas a distintas experiencias.

Y a través de todo ese bagaje de estudios, los científicos han podido llegar a la conclusión de que el sueño es un factor relevante con respecto a las funciones cerebrales relacionadas con el lenguaje y la capacidad que los seres humanos tienen de aprender nuevos idiomas y formas de comunicación.

En los últimos años los expertos han logrado establecer que el sueño está asociado a la consolidación de la memoria y al aprendizaje de nuevos idiomas. Las pruebas científicas incluso han llegado a probar que la influencia del sueño es aún mayor al momento de aprender palabras y gramática.

El investigador y sicólogo de la Universidad de York en Reino Unido, Gareth Gaskell, se propuso estudiar la conexión entre el sueño y el aprendizaje de nuevos lenguajes y entender cómo funciona la plasticidad cerebral al momento de integrar y consolidar ese tipo de conocimientos.

Para esto, su equipo realizó un estudio para el que hicieron que 38 personas adultas leyeran 48 secuencias de trabalenguas de cuatro sílabas cada uno.

Después de leer estas series en voz alta, un grupo tomó una siesta de 90 minutos, período durante el que se les midió la actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG). Mientras tanto, el resto del grupo vio un video.

Luego ambos grupos volvieron a leer secuencias adicionales de sílabas en las que se registraron todos los tipos de errores de pronunciación que pudieron percibirse.

Así fue que, tal como lo esperaban los científicos, las personas que durmieron la siesta tuvieron menos problemas para leer las sílabas, que tenían dificultades adicionales, que aquellas personas que vieron el video.

Así fue que Gaskell y su grupo de estudio notaron que las ondas lentas o de sueño profundo en particular, estaban asociados a errores de las nuevas complejidades añadidas a las sílabas.

Según los investigadores, estos hallazgos se suman a un conjunto de investigaciones realizadas anteriormente, que sugieren que las ondas lentas de sueño juegan un rol importante en la integración del conocimiento a nivel neuronal.

Estudios anteriores habían logrado comprobar que el cerebro está 'sintonizado' para entender el lenguaje. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) determinaron la zona del cerebro que permite que el sonido que emitimos deje un rastro que luego el cerebro es capaz de interpretar.

El estudio, publicado por la revista Science, determinó que es el área de Wernicke el encargado de interpretar los sonidos del lenguaje. La zona circunvolución temporal superior (SGT), es capaz de extraer cada una de las vibraciones sonoras y realizar una representación de cada una de ellas para darles sentido.

Estudio revela que los jefes usan más las redes sociales que los empleados

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Estar conectados a las redes sociales ya es parte de la vida cotidiana de una generación que sucumbió a las nuevas tecnologías. Es común ver en el transporte público, en la calle y en los lugares de trabajo cómo la gente chatea, juega, lee noticias, revisa su correo y envía información, sube fotos a Instagram o simplemente actualiza Facebook o Twitter.

Estudios anteriores comprobaron que cuatro de cada cinco empleados utilizan las redes sociales para su uso personal durante las horas de trabajo.

Sin embargo, una investigación realizada en la Universidad de Bergen, en Noruega, sostiene que los gerentes y ejecutivos de las empresas pasan más tiempo en estas páginas que sus subordinados.

El trabajo, publicado en la revista Journal of Computer-Mediated Communication y consignado en el sitio web de la Association for Psychological Science, realizó una encuesta a más de 11 mil personas y además llevó adelante una indagatoria sobre los rasgos de personalidad de los consultados.

detalles del estudio

El equipo, dirigido por Cecilie Schou Andreassen, analizó la información recogida que daba cuenta de la edad, sexo, nivel educativo, estado civil y el cargo que ocupaban los entrevistados, además de su comportamiento social y personalidad.

Los investigadores consultaron a los participantes cuestiones acerca de la relación entre las redes sociales y su desempeño en el trabajo, tales como la conveniencia de navegar durante las horas laborales o la cantidad de veces que publican algún comentario enTwitter.

También fueron encuestados acerca de características más específicas de sus lugares de trabajo, incluidas las restricciones sobre el uso de las redes sociales.

Los resultados arrojaron que quenes ocupan cargos de alto nivel expresaron actitudes negativas hacia el uso de estas páginas durante el horario de trabajo, en comparación con los empleados de menor jerarquía. Según los investigadores, este fenómeno concuerda con estudios previos que avalan la preocupación de los gerentes por el impacto de las redes sociales sobre la productividad de los trabajadores.

Pero la gran sorpresa de esta investigación fue que los jefes dedican más tiempo a las redes sociales en el trabajo, en una cantidad que superó a la de sus empleados.

Si bien el estudio no reveló ninguna razón concluyente por la discrepancia entre las actitudes de los directivos frente a este tema, Schou Andreassen sugiere que los altos ejecutivos tienen un horario de trabajo relativamente más largo y también cuentan con mayor privacidad al tener una oficina y escritorio propios.

Los usuarios más activos de las redes sociales son jóvenes y solteros. Además, quienes ocupan altos cargos en las empresas tienen una formación tecnológica más avanzada y tienen un nivel socioeconómico acomodado que hace posible adquirir aparatos de última generación.

La encuesta también arrojó que los hombres son más propensos que las mujeres a navegar por Internet en las horas de trabajo.

'El hallazgo también puede reflejar que las personas con un nivel socioeconómico alto no tienen tanto miedo a perder su trabajo como los que ocupan empleos de baja categoría. Además, los altos ejecutivos pueden estar más interesados en las redes sociales para avanzar en su carrera', afirmó Schou Andreassen.

En cuanto a los rasgos de la personalidad de los encuestados, el estudio también mostró que las personas que son extrovertidas y hasta neuróticas pasan más tiempo en línea durante las horas de trabajo. Sin embargo, las personas que son organizadas y puntuales son las que dedican menos tiempo a utilizar las redes sociales en el horario de oficina.