Secciones

AFP y reformas

E-mail Compartir

Actualmente una comisión está estudiando el sistema previsional, tema muy relevante para los chilenos. Hay que esperar que el análisis no pierda la visión de conjunto de los aspectos fundamentales. Veamos algunos de ellos.

Un sistema previsional, en cualquier parte del mundo, afecta directamente a dos sectores. El primero formado por los trabajadores que recibirán una pensión al jubilar, que es el objetivo principal. El otro es el sistema económico que recibe un gran flujo de ahorro de propiedad de los trabajadores. Esto es así y por tanto esencial y no puede ser obviado.

Los dos subsistemas son mutuamente complementarios, condicionantes y no excluyentes. La explicación sobre esto ha sido débil y hay baja conciencia sobre su relevancia. El primer subsistema afecta el bienestar económico y emotivo de los jubilados. El segundo, el macroeconómico, afecta directamente a los trabajadores activos a través del dinamismo de la economía, empleos, sueldos y fondos acumulados de pensiones.

Otro aspecto que ha influido en la percepción del sistema previsional es la no diferenciación entre los conceptos 'pensión digna' y 'tasa de reemplazo'. 'Pensión digna' es un concepto de valor, un asunto difícil en economía pues es interpretado por cada uno de acuerdo a su experiencia y expectativa. 'Tasa de reemplazo' es un concepto cuantitativo de la pensión respecto al sueldo. Este ha sido un fallo importante que los actores no se han preocupado de explicar y enseñar a la población. El sistema debe explicitar una homologación entre ambos conceptos, evitando expectativas infundadas.

Otro tópico relevante es la esencia tecnocrática que el sistema ha adquirido. Conceptos como: diversificación, rentabilidad, riesgo, volatilidad y otros son propios de un reducido grupo de personas. Esto genera inestabilidad en los afiliados pues no se comprende del todo qué variables y cómo éstas afectan a la pensión. A un jubilado le preocupa la estabilidad de su pensión y que ésta no sea lejana al sueldo imponible que tenían al momento de jubilar.

Por el lado de los expertos también se han observado laberintos conceptuales, tales como homologar una pensión como un negocio de seguros. No es así. Esto afecta el monto de la pensión por uso de metodologías de cálculos como si éstas fuesen leyes naturales.

Otro aspecto a estudiar es el impacto sociopolítico del sistema previsional. Por ejemplo, la generación de grandes flujos de dinero crea intereses y centros de poder que pueden ser asimétricos, afectando la equidad de los sistemas. Esto merece una mirada ética y estética buscando justos equilibrios.

Soterramiento de la vía

E-mail Compartir

La línea férrea que corta en dos a Concepción data de fines del siglo 19 y si bien en su momento pasó por los límites de la ciudad, con el tiempo se constituyó en un problema que frena el desarrollo urbanístico.

Por lo general, las áreas aledañas al tendido no progresan al mismo ritmo que otros sectores, la plusvalía de los terrenos se deteriora y resulta difícil emprender proyectos de mejoramiento. El Gobierno Regional dio el primer paso al instalar su sede en la ex Estación de Ferrocarriles, generando confianza en los inversionistas para transformar ese sector en un polo de desarrollo. Complejos comerciales, educacionales y de edificios habitacionales han contribuido a potenciar esos terrenos.

Hace años, EFE realizó el confinamiento con malla de la vía férrea hacia Talcahuano, con una inversión cercana a los 2,4 millones de dólares, para reducir los frecuentes accidentes causados por la imprudencia de choferes y peatones. Pero el confinamiento de la vía fue una solución intermedia, que aminoró el problema de seguridad, pero con un costo urbanístico no menor, ya que la línea y el enrejado cortan la ciudad, deteriora la plusvalía de los terrenos anexos y obstaculiza el anhelado avance de la urbe hacia el Río Bío Bío.

La solución es soterrar la línea, tal como se hace en las ciudades modernas. Cuando en 1995 se planteó el proyecto de recuperación de la Ribera Norte del río y se proyectó la actual Costanera, el Puente Llacolén y el Barrio Cívico, los líderes de opinión advirtieron que era necesario soterrar la vía férrea, sin que se tomara una decisión, por su alto costo. En su época, el intendente Jaime Tohá y la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe unieron fuerzas para dar los primeros pasos en ese sentido, planeando un túnel de un kilómetro, desde Esmeralda hasta Los Carrera. Pero las esperanzas se frustraron cuando el terremoto del 27/F cambió las prioridades de inversión.

Hoy la idea se reactiva y se espera que autoridades locales y un trabajo interministerial puedan impulsar el soterramiento. Las estimaciones indican que podría costar unos 120 millones de dólares. La segunda ciudad de Chile merece esta inversión que ayudará a su desarrollo. No será fácil porque se deben realizar estudios de ingeniería, sondajes, el diseño del proyecto, y luego la obra, que permitirá aumentar la oferta de suelos para uso habitacional, comercial y de servicios.

Si hubiese acuerdo, sería un avance, que le cambiará la cara a la ciudad.