Chile-Perú: ¿Qué se oculta tras el triángulo terrestre?
Hace unos días atrás, el tema limítrofe Chile - Perú volvió a ser noticia, esta vez por la delimitación de la frontera en la zona norte del país, algo que se creía terminado por la resolución de la Corte de la Haya en enero pasado, pero que las autoridades peruanas retomaron, especialmente en torno a la idea del triángulo terrestre.
La realidad demuestra que, para el vecino país, este tema sigue siendo de vital importancia, a diferencia de Chile, donde se considera zanjado por los convenios vigentes, especialmente por que se basa en la resolución de los propios jueces que establecieron el hito 1.
¿Pero que hay tras este reclamo?
La Guerra del Pacífico, ocurrida en el siglo XIX marcó la historia de los dos países, ya que significó la incorporación de Arica y Tarapacá a territorio chileno. Ambas hasta el día de hoy, constituyen parte de un imaginario geopolítico en Perú donde las dos provincias perdidas e irredentas forman parte de un discurso colectivo, cautivas y en manos del vencedor.
Esta idea forma parte de los antecedentes que llevaron a consolidar una demanda marítima contra Chile, por que en si, buscaba recuperar el mar adyacente a tales provincias, generando una cuña marítima frente a los antiguos territorios, pero que ante la imposibilidad de lograr este objetivo por completo (solo 120 de las 200 millas se les adjudicaron en el fallo) el triángulo terrestre de 3.7 hectáreas constituyó el otro gran símbolo a conseguir. Por que una cosa en recuperar mar y otra muy diferente es tierra, algo de esa tierra perdida, que Chile incorporó a su territorio y donde ejerce soberanía hasta la actualidad, pues este triángulo puede transformarse en una victoria moral ante la historia.
En este sentido, el hito 1, reconocido por ambas partes en los tratados firmados, es un problema, por que deja este sector en manos chilenas, algo que el gobierno de nuestro país ha insistido en reafirmar en varias ocasiones, pero que es desconocido por el Perú, pues busca el establecimiento del limite en otra ubicación, que han denominado punto Concordia.
Sin duda, mientras estos imaginarios heredados desde el fin de la guerra sigan presentes, la relación bilateral se entrampará, por que las discrepancias en torno al tema seguirán presentes con fuerza.