Un estudio realizado por psicólogos de las universidades de Virginia y Harvard afirmó que la mayoría de las personas se sienten incómodas cuando piensan a solas durante un período corto de tiempo y sin ningún tipo de distracciones.
La investigación, que fue publicada en la revista Science, pone a prueba los alcances de la fronemofobia, el miedo a pensar en soledad.
Respecto de lo anterior, los autores aclararon que el uso de los smartphones no acentúan este trastorno. 'Estos dispositivos son sólo la respuesta de la gente a la necesidad de tener siempre algo que hacer', afirmó Timothy D.Wilson, investigador líder del estudio.
EXPERIMENTO
Durante el estudio -donde los participantes debieron estar sin compañía en una habitación en total aislamiento con la finalidad de tener total libertad de pensar-, la mayoría declaró que durante el tiempo a solas no se sintieron cómodos. Además, fueron incapaces de concentrarse o sus mentes se distrajeron.
Incluso, afirmaron que cuando el experimento se trasladó a sus casas, los voluntarios siguieron sin sentirse a gusto y un tercio de ellos confesó haber caído en la tentación de escuchar música o usar el teléfono.
Como parte de la investigación los científicos plantearon a los participantes del trabajo la posibilidad de dejar el 'rincón de pensar' -como se le denominó al lugar en que debían solos e incomunicados-, antes de tiempo si se sometían a una pequeña descarga eléctrica.
Ante esta perspectiva, 67% de los hombres y 25% de las mujeres prefirió el castigo por sobre la 'tortura' de permanecer en una habitación en soledad y aislamiento.
En otra fase del estudio, el azar asignó a los participantes una de dos categorías. En una de ellas, los individuos debían hacer lo mismo que habían estado haciendo, es decir, pensar en soledad.
El otro grupo, en cambio, debía pasar el mismo tiempo realizando una actividad como leer o escuchar música a solas.
Este segundo grupo declaró haberse divertido y concentrado más.
'La mente ha evolucionado para implicarse en el mundo. A pesar de que tenemos la capacidad de desconectar mentalmente y centrarnos en nuestros pensamientos, no solemos hacerlo con mucha frecuencia o durante largos períodos', dijo David Reinhard, coautor del estudio.