A pesar de no realizar un gran partido, a Argentina le bastó con una estocada para avanzar a las semifinales del Mundial. El conjunto comandado por Lionel Messi derrotó por la mínima a Bélgica gracias al tanto de Gonzalo Higuaín a los ocho minutos del primer tiempo.

El conjunto europeo llegaba confiado en poder detener el poder ofensivo de Argentina y así instalarse por segunda vez en su historia entre los cuatro mejores del mundo. Desde un comienzo el cuadro europeo salió al terreno de juego apostando a rápidos contragolpes y cuando jugaba mejor llegó la apertura del marcador.

Higuaín capturó el balón fuera del área y con un remate cruzado dejó sin opciones a Thibaut Courtois provocando la algarabía de los hinchas trasandinos. Con la ventaja a favor los pupilos de Alejandro Sabella se dedicaron a administrar el balón en el mediocampo apostando a la salida rápida en los pies de Messi. El gol calaría hondo en las huestes belgas y se notaría en el desempeño: los dirigidos de Marc Wilmot no lograban armar su característico juego y Sergio Romero era un espectador más. En el bando contrario la apuesta no era diferente y no había ocasiones claras de gol.

En el complemento Argentina sólo se dedicó a aguantar los embates de los 'diablos rojos', sobre todo luego de perder por lesión a Ángel Di María (la figura de este equipo cuando Messi no anda). En su lugar ingresó como volante de quite Enzo Pérez y así ayudó en la lucha constante que se disputaba en la mitad del terreno de juego.

Con el paso de los minutos Bélgica intentaba adelantar sus líneas, el volante de contención Marouane Fellaini era un puntero más y se instalaba como 9 de área aprovechando su altura para pivoter balones a los delanteros Romelu Lukaku y Divock Origi, quienes acompañados por Heden Hazard buscaban sobrepasar la férrea defensa trasandina.

Sobre el final del partido los jugadores argentinos mostraban una merma física y el equipo se fue diluyendo. Bélgica, en tanto, se hacía notar, pero sin grandes llegadas. Messi trataba de inventar jugadas y provocaba faltas que hacían correr el tiempo.

Ya en el epílogo, se vivieron los mejores momentos del encuentro. Messi agarró una pelota en contragolpe y se enfrentó solo a Courois para marcar el segundo tanto, sin embargo, el arquero del Atlético de Madrid estuvo notable para ahogar el grito de gol. En la contra, Lukaku ganó línea de fondo, pero su centro no encontró a ningún compañero que pudiera meter el balón dentro del arco.

Finalmente Argentina se quedó con el partido y se instaló entre los cuatro mejores del torneo luego de 24 años.

Con el solitario gol de Gonzalo Higuaín a los ocho minutos de juego, Argentina se instaló