Para no tener complicaciones, hay que evitar cambios bruscos
Frío, lluvia y humedad. Durante el invierno el clima es adverso, lo que genera que el ambiente se vuelva propicio para el desarrollo de diversas enfermedades respiratorias, por lo que la prevención y el autocuidado son aspectos claves para proteger la salud de nosotros mismos y de quienes nos rodean. Sobre todo en aquellos que forman parte de las poblaciones de riesgo: los más pequeños, o sea recién nacidos, lactantes y preescolares; y los adultos mayores.
Justamente, estos grupos suelen ser los más propensos a estas patologías. A ellos, Denisse Brito, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, agrega que quienes padecen asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), son más proclives a presentar enfermedades respiratorias, sin embargo, deben tener más cuidados, pues pueden descompensarse con los cuadros gripales.
EVITAR CAMBIOS
Son los cambios bruscos de temperatura al pasar de un ambiente cálido a uno frío, junto a las virosis respiratorias, los que exacerban las crisis asmáticas y enfermedades respiratorias. 'Esto se produce ya que en general en las vías respiratorias, los senos paranasales y la nariz cumplen la función de humedecer y calentar la temperatura del aire que respiramos y que llega a la parte bronquial y alveolar del pulmón. Los cambios de frío a calor y viceversa modifican la aptitud de los senos paranasales para calentar y modificar el aire, y al mismo tiempo llega a los bronquios aire menos procesado', explica.
Sin embargo, hay algunas medidas a seguir, que ayudarán a evitar el contagio de enfermedades propias de la época (ver recuadro). Un ejemplo, es evitar los cambios de temperatura.
El clima del invierno