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'Penny Dreadful': El terror y la literatura se dan la mano

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En una época de cruce de historias como ésta, donde dos superhéroes se preparan para debutar en la gran pantalla -'Batman vs Superman: El amanecer de la justicia' anuncia su estreno en 2016- se agradecen sorpresas como 'Penny Dreadful'.

La serie producida por Showtime (viernes, a las 21 horas, en la señal de HBO) rescata algunas finezas del terror victoriano. Ello, para introducir al espectador en una atmósfera opresiva en el Londres del siglo XIX.

En este espacio de pasajes y oscuridad urbana, se entrelazan los destinos de verdaderos héroes literarios del género: Dorian Gray, Frankenstein (la creatura y el doctor) o Drácula, quien pareciera mover los hilos de este relato desde el atractivo lado oscuro propuesto por John Logan (creador). En su misión está acompañado por Sam Mendes (productor ejecutivo) y Juan Antonio Bayona en la dirección.

Que el español nacido en 1975 se haya puesto tras las cámaras no es una casualidad bien recibida. Por el contrario, da cuenta de un realizador inmerso en un destacable terror gótico. Sin duda, varias de sus noches estuvieron acompañadas con las obras de la productora Hammer o las particulares propuestas de directores como Amando de Ossorio, Javier Aguirre o Carlos Aured. Todos baluartes del mejor cine español en un género que, precisamente, tuvo su auge en los 60 y 70.

Son películas que alimentaron el imaginario de Bayona en funciones de trasnoche en una televisión heredera de Franco.

Más allá de la efectividad de 'Lo imposible' (2012), el antecedente que valida la buena mano de Bayona en 'Penny Dreadful' es 'El orfanato' (2007). Esta cinta de no muertos adelanta, en parte, la atmósfera lograda en la apuesta televisiva con una primera temporada de ocho capítulos.

La historia de base es simple: Un actor de feria aficionado a recrear la historia de Estados Unidos entre balas (Josh Hartnett) es contratado por una misteriosa y atractiva mujer (Eva Green en la foto). El objetivo: matar. Sin embargo, se encontrará con la sorpresa de que su misión es de otro mundo. El fin de todo esto es encontrar a la hija de sir Malcolm (Timothy Dalton), hombre de fortuna y acostumbrado a estos seres de noches brumosas.

En paralelo, aparecen los citados personajes. Dorian Gray está tratado con una perversidad pocas veces vista en pantalla. Trae a la memoria más de algún pasaje del narcisista libro de Oscar Wilde (1891).

El Dr. Frankenstein, en tanto, vive acosado por los fantasmas de un pasado que lo acercan a la naturaleza romántica del texto de Mary Shelley (1818).

Lo que pudo parecer forzado y algo manido desde la ficción, desde esta misma vereda toma cuerpo en este relato: Forma y fondo se condicen en el desarrollo de cada arco dramático (por capítulo). Además, conserva esa idea de folletín literario de terror que circulaba en las calles del Londres del 1800 al precio de un penique. Allí está el origen de los 'Penny Dreadful' que hace mención el título original.

A favor, también, es que lo sobrenatural y la realidad paralela propuesta por Bayona conserva el aura literario de sus antecedentes. Lógicamente, se entiende que esto es ficción televisiva del siglo XXI. Hace que la acción implícita en los diálogos se acompañe de imágenes que no caen en el exceso innecesario propio del género de estos tiempos. Aquí el acto de la muerte se pone al servicio de la trama.