El ex ministro de Educación del anterior gobierno, Harald Beyer, señaló que el diagnóstico del gobierno presenta a la educación pública y a la particular subvencionada como antagónicas, lo que calificó como un error, porque lo que se debe hacerse es subir el nivel de ambas.
'Hay que hacer subir la marea para que suban todos los botes', citó a modo de ejemplo, aunque sin referirse a los recientes dichos del ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre, que dijo que hay que sacarle los patines a una (subvencionada) para equiparar la carrera.
Beyer, hoy director del Centro de Estudios Públicos (CEP), ofreció la charla 'La Educación en el Chile de hoy y los nuevos desafíos', actividad que fue organizada por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo. Señaló que la Reforma Educacional tiene muchas debilidades y lo primero es porque perjudica a unos 580 mil estudiantes del país de colegios particulares subvencionados (57 mil de esta Región), que van a tener menos recursos una vez que la ley se apruebe.
Agregó que eso es innecesario y que se puede administrar con una transición mucho más ordenada, con plazos más prudentes y con un compromiso de mayor financiamiento por parte del Estado o, alternativamente, prolongar los plazos de la transición. Respecto a la compra de infraestructura, afirmó que eso es innecesario. Explicó que hay del orden de 2 mil establecimientos con fines de lucro que están teniendo buenos resultados y ya que el recurso escaso es la calidad, éstos deberían mantenerse.
Agregó que, al contrario, hay 2 mil establecimientos municipales o particulares subvencionados sin fines de lucro que tienen peores resultados. '¿Por qué castigar a los de buenos resultados y 'premiar' a aquellos de malos resultados? Creo que eso no es una buena política', planteó.
Estimó que otro error es querer terminar con los liceos emblemáticos, porque estos realmente -según evidencias- sí agregan valor y producen movilidad social y por eso no se deberían terminar.
Indicó que la reforma no terminará con la brecha que deja en el tapete cada año el Simce, porque ésta es muy grande y la forma de ir reduciéndola es invertir muy bien en educación inicial y contar con los mejores profesores dentro de la realidad chilena.
Afirmó que Chile no tiene un sistema educacional en crisis, como lo prueban los diferentes estudios internacionales. Sólo hay problemas que se deben resolver.
Señaló que hay un error en el diagnóstico del gobierno, pero hay que darle tiempo al ministro, porque son proyectos complejos. Comentó que hay que tratar de que el país se pueda subir en una Reforma Educacional profunda, que genere más calidad, más equidad: 'Tenemos diferencias, que habrá que ir ajustándolas y construir una reforma más consensual que la que hay hoy día'.
Consultado sobre el paro de los profesores, dijo que no ayuda y que deberían darle tiempo al ministro de