En medio de una gira por países del Medio Oriente que comenzó el fin de semana, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, pidió ayer a los iraquíes que se unan para enfrentarse al terrorismo en su nación, tras los últimos avances del extremista Estado Islámico de Irak y el Levante (Isis, por sus siglas en inglés).
Tras entrevistarse en El Cairo con el Presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, Kerry solicitó un 'gobierno iraquí unido que represente a todas las partes del pueblo iraquí para hacer frente al Isis'. Irak 'gozará así de nuestro apoyo y del de todo el mundo para enfrentar al terrorismo', dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.
Kerry afirmó que su país no se va a involucrar en la política de Irak, que 'corresponde' a los propios iraquíes, y agregó que kurdos, suníes y algunos chiíes han expresado su insatisfacción por la situación en el país árabe.
'EE.UU. no es responsable de lo que está pasando en Irak y Libia', dijo Kerry, que apuntó que el fallecido dictador libio Muamar al Gadafi 'fue el culpable' y contra él el pueblo se levantó.
Respecto a Irak, Kerry justificó la invasión estadounidense en 2003 para 'establecer un país más democrático', y consideró que la amenaza del Isis 'no es sólo un problema de Irak, sino de toda la región, ya que ningún estado está a salvo'. Señaló que EE.UU. está trabajando con muchos países, como Egipto e Israel, para frenar a los yihadistas.
También pidió a los países e individuos que no financien el terrorismo y que estén seguros del destino final de las donaciones cuando financian proyectos humanitarios.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shukri, dijo en la misma conferencia que Egipto y EE.UU. comparten la preocupación por Irak, y abogó por 'respetar la integridad de Irak (y) su unidad nacional'.
En las últimas dos semanas, el Isis y otros grupos insurgentes suníes críticos con el gobierno han tomado varias regiones de Irak y se han enfrentado a las tropas gubernamentales. Bagdad pidió a EE.UU. que lance bombardeos aéreos contra los insurgentes, pero hasta el momento Washington se ha limitado a desplegar a 300 asesores militares, insistiendo en que esto no supone reiniciar sus operaciones de combate en Irak y que la solución al problema no pasa por una vía exclusivamente militar.
PASOS FRONTERIZOS
Ayer, suníes capturaron dos pasos fronterizos, uno con Jordania y otro con Siria, según las autoridades. Los insurgentes tomaron el control del paso fronterizo de Turaibil, con Jordania, y de al-Walid, con Siria, después de que se retiraran de esos lugares las fuerzas del gobierno.
La captura de ambos pasos fronterizos siguió a la caída el viernes de las localidades de Qaim, Rawah, Anah y Rutba, en la provincia suní de Anbar, donde extremistas del Isis han controlado desde antes este año la ciudad de Faluya y partes de la capital provincial, Ramadi.
ALERTA GENERAL
El Presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió que la amenaza planteada por los insurgentes suníes que han sembrado el caos en Irak podría extenderse a otros países de la región como Jordania, aliado de Washington.
'Vamos a tener que estar alerta en general', afirmó Obama en una entrevista con la cadena de televisión CBS grabada el viernes y de la que ayer se emitieron unos extractos. El inquilino de la Casa Blanca declaró que el problema ahora mismo es que los radicales suníes del Isis están desestabilizando Irak.