Acusado por crimen de A. Meyer no se suicidó
'Delfín Díaz Méndez falleció producto de las lesiones recibidas por terceros y no por ahorcamiento tipo suicida'.
Así lo establece un peritaje privado encargado en enero de este año por su hermana Brígida Díaz Méndez con la intención de acreditar que el joven que en 1985 fue sindicado como el autor material del crimen de la joven Alice Meyer, habría sido asesinado por cuatro detectives la madrugada del 26 de diciembre -dos semanas después del ataque a la deportista- y no por acción propia, como estableció entonces.
Dicho antecedente es uno de los principales elementos que sustentan el requerimiento presentado en la querella por el abogado Álvaro González para abrir un sumario tendiente a esclarecer la causa de muerte de Díaz que por estos días lleva adelante el ministro Mario Carroza.
'Han aparecido antecedentes que prueban científicamente que Delfín Díaz no se colgó de un árbol por su propia voluntad porque eso era imposible', detalló el abogado González, agregando que el análisis privado -entregado en mayo pasado- descarta que su deceso haya tenido relación con un hecho de ahorcamiento de tipo suicida debido a que al momento de su muerte el joven -conocido por sus problemas de adicción a las drogas- se encontraba en estado de ebriedad.
La responsabilidad de Díaz, explicó González, habría sido descartada desde un comienzo por Carabineros.
Los uniformados filtraron la noticia respecto a la existencia de testigos presenciales que sindicaban a Mario Santander Infante, empresario de 30 años del mismo círculo social de Meyer, como el autor del crimen. Éste fue encausado y, luego absuelto del hecho.
La querella en cuestión, sindica como autores intelectuales del crimen de Delfín Díaz al empresario Mario Santander Infante, a su padre Mario Santander García, al jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de entonces, Fernando Paredes Pizarro, y al fallecido abogado Sergio Miranda Carrington, quien asumió la defensa de Santander durante el proceso en su contra.