'Hace unos días, al llegar a la intersección de las calles Castellón con Barros Arana, presencié a varias personas hurgando las bolsas en que se encontraba una gran cantidad de calzados que habían sido desechados como basura por una multitienda. Eran alrededor de

40 zapatos nuevos, de adultos y niños, injustificadamente dañados a propósito: Los habían cortado con un filoso cuchillo en su parte

superior (capellada) para que nadie pudiese aprovecharlos', dice el lector Gary Parra Sanhueza, quien envió esta fotografía. 'Lo que

parecía ser una buena oportunidad para algunos, rápidamente se convirtió en decepción y reproche. Es lamentable el proceder de esa empresa, ya que hay mucha gente de escasos recursos que buscan en los desechos objetos que les sirvan para llevar un mejor vivir. Insólito e increíble, digno de Ripley', agregó.