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Cuide su economía en este Mundial de Fútbol

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En este Mundial de Fútbol, Brasil recibirá, en promedio -por lo menos a los partidos y de acuerdo a lo expresado por la Fifa- alrededor de 3,5 millones personas, que viajarán según estimaciones desde 200 países. Pero este dato queda corto si pensamos que esa cifra sólo corresponde a quienes han solicitado entradas a los encuentros.

Los fanáticos solo quieren estar allá, pero si hará el viaje a último minuto hacia Brasil, tendrá que evaluar los costos totales. Lo primero es conseguir los boletos de avión, las entradas para los partidos y encontrar alojamiento cerca de los estadios, todo a precios razonables.

La mayoría contará con presupuesto fijo y, por tanto, tendrá que hacer durar su efectivo lo máximo posible durante la estadía. Por ello, es bueno que piense que hay formas de ahorrar dinero antes y durante su viaje y es preciso que desde ya tome en consideración que a estas alturas será difícil negociar rebajas y descuentos.

Los viajeros deben tener cuidado que en estos momentos Brasil es rey en precios altos. Para ahorrar y hacer cundir el presupuesto, tenga en cuenta algunos consejos.

Primero cotice el tipo de cambio con anticipación vía internet y, para ello, no compre en las casa de cambio de aeropuertos, donde le pagarán menos y le cobrarán comisiones que puede ahorrarse al comprar vía on line.

No pague exceso de equipaje por sobre peso en el Aeropuerto, viaje con lo justo y necesario; una mochila y un bolso de mano bastarán. También se le recomienda que para comunicarse vía teléfono, compre tarjetas de telefonía local y cuidado con la suscripción del roaming, ya que lo puede dejar en la calle.

Una vez en Brasil, si no compró un paquete turístico y el alojamiento será su problema, lo mejor será que busque en hostales y hospederías, quizás podrá encontrar precios más razonables, ya que en las sedes y subsedes las tarifas se han duplicado, la tasa media en hotel es de 450 dólares por noche.

Para souvenirs asista a Ferias que se abrieron con motivo del Mundial, ya que el comercio establecido le cobrará más. Si quiere comprar una camiseta, no adquiera una original, sino una alternativa, la diferencia varía desde 67 dólares a 20 dólares respectivamente.

Al movilizarse, prefiera buses y trate de evitar el uso de taxi, y si tiene que hacerlo solo debe tomar líneas de taxis autorizadas, nunca un informal y de preferencia sólo para tramos cortos.

En conclusión, solo resta desear suerte a los viajeros y mucho sentido práctico, usar internet para su logística le ayudará a encontrar precios razonables y una calidad aceptable en los servicios, un mejor cambio a su moneda y no olvide por cierto la seguridad.

La Corte Internacional de Justicia

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Chile perdió 22.500 kilómetros cuadrados de mar, porque la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), no consideró sólo los aspectos jurídicos del diferendo, sino que introdujo aspectos de equidad y otros análisis que los defensores de la posición chilena subestimaron.

Lo lamentable para Chile es que la CIJ es reconocida hace décadas por este tipo de sentencias, que algunos llaman salomónicas.

Con la demanda boliviana ocurrirá lo mismo, y Chile será obligado a tratar con Bolivia un área que le permita tener un acceso soberano al Pacífico.

Como de acuerdo a tratados vigentes entre Chile y Perú, no podemos ceder a terceros países territorios que alguna vez fueron peruanos, para solucionar el problema Chile tendría que cortar su territorio, cediendo una faja a Bolivia, a menos que Perú autorice a entregar una faja justo al lado de la Línea de la Concordia.

Perú no tiene razón alguna para dar esta facilidad. Ya la negó cuando Augusto Pinochet y Hugo Banzer estaban llegando a una solución de intercambios territoriales. Ahora que es dueño de los 22.500 kilómetros cuadrados que eran chilenos, menos posible es que ceda, pues implicaría la posibilidad de entregar a Bolivia parte de ese mar.

Compleja es la situación a la que nos ha llevado permanecer en el Pacto de Bogotá, al que deberíamos renunciar de inmediato, como lo ha hecho Colombia, junto con desconocer la autoridad de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para decidir en este caso.