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Rezago de productividad

Dr. Juan Saavedra González

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Desde hace bastante tiempo llama la atención a diversos especialistas nacionales e internacionales, los magros avances que ha tenido el país en el nivel de productividad que se ha estado alcanzando en diversos sectores productivos de la economía, con muy pocas excepciones.

Se reconoce que éste es uno de los principales indicadores relacionados con los diversos factores productivos, asunto que el país debe mejorar si pretende alcanzar mayores niveles competitivos de su economía.

La productividad es un concepto que tiene varias facetas, respecto de la forma cómo puede ser medida, si se analizan factores productivos individuales o, si se prefiere integrando varios de ellos respecto de una cantidad de producción.

Se puede definir productividad como 'la relación entre la producción obtenida por un sistema de producción de bienes o servicios y los recursos utilizados para obtenerla'. Generalmente, se mide la productividad del trabajo, de la tecnología, o de otros recursos utilizados en la producción y también puede incluirse el valor de la producción.

Son variadas las causas que inciden en el magro incremento de esta relevante variable y el efecto es importante, dado que su bajo incremento afecta directamente la competitividad y el desarrollo de la economía. Es significativo, por ejemplo, el aumento del stock de tecnología y de bienes de capital disponible en los procesos productivos de las empresas. Sin embargo, un indicador dado a conocer sobre la inversión en importaciones de bienes de capital, ha bajado respecto de períodos anteriores y se deben tener en cuenta también, los desincentivos tributarios que pueden incidir, derivados de algunos aspectos de la Reforma Tributaria.

Por otra parte, son de la máxima importancia los objetivos que se han planteado por parte del gobierno, al crear la Comisión Pro Crecimiento, de Innovación y Productividad, y donde participan diversas autoridades de distintos ministerios y agentes especialistas del sector privado, directamente involucrados con el tema y desde donde deberían surgir un conjunto integrado de políticas públicas destinadas a solucionar este 'talón de Aquiles' de la economía nacional.

Actualmente, el mínimo avance que muestran los indicadores en esta materia, no hacen más que ampliar la brecha competitiva, respecto de economías más desarrolladas, que por el contrario, se espera se vaya cerrando en beneficio del país. Por lo tanto, se debe concluir que no se debe ni se puede seguir marcando el paso en este tema, porque las consecuencias constituyen un alto costo que se debe cargar a la economía nacional.

Son variadas las causas que inciden en el

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

Simulacro de emergencia

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Hace algunos días se realizó un simulacro de emergencia en colegios municipales de Concepción. En general, fue bien evaluado el tiempo promedio empleado por los estudiantes para salir ordenadamente de sus salas y llegar a lugar seguro.

En la operación participaron cerca de 10 mil alumnos de 32 unidades educacionales. En cada una, hubo dos estudiantes de la carrera de Prevención de Riesgos de la Universidad Santo Tomás que tomaron nota de los detalles que se presentaron, con el fin de que se realicen las observaciones y que pueda mejorar aún más la respuesta. Ese material servirá para preparar un informe al Departamento de Educación Municipal y elaborar un plan en conjunto que fortalezca la instrucción en la prevención frente a emergencias en escuelas y liceos.

El terremoto y tsunami del 27/F constituyó la prueba elocuente de que el país, en general, y la Oficina Nacional de Emergencia, en particular, no estaban preparados para abordar una catástrofe de esa magnitud.

Los organismos chilenos se encuentran adscritos a una red internacional que monitorea el comportamiento de los océanos y de ahí que cuando ocurrió el terremoto de Japón se dio una alerta preventiva en más de una veintena de naciones del Pacífico. Chile, como país marítimo y con una tradición sísmica, debe desarrollar un sistema de emergencia y la comunidad -entre ella el estudiantado- debe acostumbrarse a asumir las instrucciones con calma y a ensayar las evacuaciones.

Durante los años siguientes al terremoto y tsunami, se han tomado algunas medidas que permitieron desarrollar un sistema preventivo para que la comunidad esté preparada y aborde el tema con responsabilidad y cautela.

Colegios, empresas y centros comerciales, entre otros, deben realizar en forma periódica simulacros de emergencia, como una forma de tener sus propios análisis de la capacidad de respuesta. Cierto es que en todo esto siempre hay aspectos que mejorar, pero lo más destacable es que las simulaciones que se han efectuado en diversas comunas han sido tomadas con seriedad por la ciudadanía, que entiende que si bien estos operativos representan algunas alteraciones de la vida cotidiana, es necesario ir acostumbrándose a ellos, para que si la ocasión se presenta nuevamente no nos sorprenda sin preparación.

El terremoto y tsunami del 27/F constituyó la prueba elocuente