Días de dolor y esperanza
De las decenas de libros escritos al cumplirse cuarenta años del golpe militar, rescato uno sencillo, breve, con formato y gráfica especial , del que es autor el sacerdote Enrique Moreno Laval S.S.C.C., quien es también periodista y un buen amigo.
Actualmente ejerce su tarea sacerdotal en Manila, Filipinas, y es ampliamente conocido y recordado en esta zona en la cual trabajó 14 años en la Arquidiócesis de Concepción, donde dejó hermosos recuerdos como sacerdote, educador y periodista.
El padre Moreno llegó a ser consejero general de la Congregación a la que pertenece, por lo que residió en Roma.
'Mis días en el Estadio' recuerda su detención en el Estadio Nacional, en octubre de 1973. Es el relato de una historia violenta de la cual fue protagonista.
La recuerda con sencillez, lucidez y ninguna estridencia, sin calificar a héroes ni a villanos, con una profunda comprensión por la condición humana y con una espiritualidad que trasciende y deja meditando.
Famosas fueron las misas que ofició en los camarines y escotillas húmedas y lóbregas donde transcurría la vida de los detenidos. Recuerda que no fueron muchas, pero calaron tan hondo entre los asistentes que resultaron inolvidables y aumentadas en el recuerdo. Concurrían todos quienes así lo quisieran, creyentes o no creyentes. La conmoción que provocaron las misas fue grande, incluso entre los captores.
El Nuevo Testamento fue su compañía permanente, de allí surgían las prédicas que tocaban el corazón de todos. Eran instantes de profunda comunión entre los participantes, donde habían jóvenes, viejos, extranjeros, férreos y duros militantes, que guardaban el pan de la comida para usarlo en la consagración. Quienes nunca creyeron, sí lo hicieron en ese instante y así lo expresaban.
El padre Moreno fue detenido por prestar apoyo y ayuda espiritual a gente perseguida. Pese a las acusaciones en su contra, pudo desvirtuarlas una a una y convencer a sus duros interrogadores que se mostraban confusos sobre este detenido ¿era sacerdote? o ¿era periodista? Explicó cómo era posible ejercer ambas vocaciones.
Finalmente fue liberado. Pero una experiencia como esa marca una vida.
La novelista danesa Isak Dinesen (Memorias de África) lo ha expresado acertadamente: 'todas las penas pueden soportarse si las ponemos en una historia o contamos una historia sobre ella'.