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Y ahora lo discutimos

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El secretario ministerial de Desarrollo Social, Patricio Torres, se encuentra liderando la campaña solidaria 'Mil frazadas para el Bío Bío', instancia que busca involucrar no sólo al sector público, sino que también al mundo privado y, en particular a la ciudadanía. La ayuda que se recoja en esta instancia, tal como lo ha informado Diario El Sur, será canalizada a través del Hogar de Cristo a nivel regional, e irá dirigida a los sectores más vulnerables, que en época de invierno sufren los estragos de un clima, que en el sur del país, deja al descubierto la fragilidad de las familias más pobres.

Por el momento, a la iniciativa del seremi se han involucrado importantes empresas, las cuales, en un plazo de un mes, deben ser capaces de cumplir el compromiso adoptado en favor de las personas con más dificultades.

Si bien esta instancia es un buen ejemplo de cómo el mundo público y privado se pueden unir para trabajar de manera solidaria, también nos abre un espacio para reflexionar sobre las personas que no logran acercarse a ninguna red de apoyo y habitualmente no cuentan con familias que puedan acogerlos de vuelta.

Más allá de las historias de vida que los llevaron hasta esa situación extrema de pobreza, esos habitantes del Bío Bío que serán destinatarios de las mil frazadas requieren de la colaboración comunitaria y, en ese contexto, es valorable que los programas e ideas puedan ampliarse, principalmente en los meses de invierno.

Para todo lo anterior se necesitan recursos, que la comunidad puede aportar como socio del Hogar de Cristo o a través de donaciones a otros programas y entidades de ayuda social.

Lo importante es que este tipo de hechos no deje indiferentes a la mayoría, sino que desde el dolor observado se avance hacia la solidaridad, que es la única herramienta realmente eficaz en aquellos espacios donde la estructura legal y política no alcanza a llegar con sus mecanismos formales.

Por otra parte, bien vale la pena aplaudir gestos como el que encabeza la Seremi de Desarrollo Social y el Hogar de Cristo y, por supuesto, todas las empresas que se sumarán a este espacio de colaboración con las personas más necesitadas de la Región.

Subestimar al adversario es un error grave. En cierto sentido eso hicimos con Michelle Bachelet.