Alumnos de Liceo Enrique Molina acordaron ayer dar término a la toma del emblemático establecimiento, que habían iniciado el lunes.
El presidente del Centro de Estudiantes, Lautaro Muñoz, señaló que, sin embargo, hoy irán al liceo pero no a clases, sino a una jornada reflexiva donde analizarán la situación que enfrenta el establecimiento, la educación pública, y verán cómo buscar solución a las falencias de infraestructura, que principalmente motivaron el movimiento estudiantil.
El dirigente explicó que los dos gimnasios históricos, antiguos, se encontraban en reparaciones, peros los trabajos quedaron abandonados. Los estudiantes exigen que se terminen esas obras para poder recuperar definitivamente las instalaciones. Indicaron que el gimnasio más nuevo que tiene el liceo se gotea y que en esas condiciones es muy riesgoso, ya que ya hubo un accidentado al resbalarse en el agua.
El joven, miembro del cordón secundario Rodrigo Cisternas, contó que piden que se cumpla el acuerdo firmado con las autoridades, tras una movilización el año pasado. Éste, dijo, ahora es desconocido por las autoridades que lo firmaron y en ese documento se establecía que se iban a abordar los problemas de infraestructura.
Muñoz, indicó también que el liceo tiene asignados $2.500 millones para mejoramiento. Planteó que, según las autoridades, esos recursos están condicionados a que se desarrolle en el Liceo Enrique Molina la Jornada Escolar Completa, JEC, lo que es rechazado por los estudiantes y docentes.
Para Lautaro Muñoz y los otros alumnos en la toma, la JEC no sería un avance en materia de calidad de la educación, sino solamente más horas de permanencia en el establecimiento.
Los profesores del liceo apoyan a los jóvenes en su petitorio y también comparten su oposición a la Jornada Escolar Completa. Ayer, varios docentes destacaron que la toma del liceo la hicieron los alumnos cuidando las instalaciones y que no hubo daños ni basura, lo que revela una nueva forma de abordar una ocupación.
Respecto a la oposición docente a la JEC, las voceras de los profesores del liceo, las profesoras Lorena Campos y Tania Andrade, explicaron que la rechazan por cuanto los estudios no evidencian mejoramientos significativos en calidad con su implementación. Además , a los docentes no les significaría ningún beneficio, al contrario, les demandará mucho más trabajo, sin que les aumenten las horas contratadas.
Después del intento de desalojo, los alumnos volvieron a reunirse y determinaron dejar la toma para evitar que ocurra un desalojo real y haya alumnos afectados.
El seremi de Educación, Sergio Camus, dijo que en las tomas estudiantiles ha estado preocupado de abrir de inmediato canales de diálogo. De esa forma, también se reunió con dirigentes liceanos, a los que explicó el camino que se debe seguir para tratar los problemas de infraestructura.
La Municipalidad de Concepción, a través del jefe de gabinete, José Luis Guarderas, informó que se solicitó el desalojo luego que no se llegara a acuerdo con los representantes de los alumnos, con quienes el director del Daem sostuvo dos reuniones, una el lunes en la tarde y otra ayer.
Guarderas contó que el Liceo Lorenzo Arenas, que fue tomado ayer en la mañana por alumnos por problemas de infraestructura, fue entregado por los alumnos luego de firmar acuerdo, aceptando su traslado por tres meses al Liceo Andalién con transporte gratuito en buses contratados por el municipio, para que en ese tiempo de puedan realizar las reparaciones.