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Elige vivir activo

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Cuando leemos titulares como: 'Chile tiene la tasa más alta de sedentarismo infantil en Latinoamérica', 'Obesidad infantil en Chile: uno de cada tres niños tiene sobrepeso antes de los cinco años', 'Chile es el cuarto país del mundo con mayor prevalencia de la obesidad', 'Chile es el noveno país con mayor índice de obesidad pese a que un 76% cree que tiene buenos hábitos' y muchos otros del mismo tenor, nos preguntamos con mucha alarma: ¿Hacia dónde vamos?, ¿qué estamos haciendo para revertir esto?, ¿es suficiente?, ¿la actividad física es sólo una moda?, ¿qué pasa con la formación de hábitos de actividad física en los centros educacionales?, ¿y en el hogar?, ¿es suficiente solo con fomentar la actividad física? Entre muchas otras preguntas referidas a lo mismo.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda hacer como mínimo 30 minutos de actividad física moderada cinco veces por semana, dependiendo del grupo etario al que pertenezcamos. Esto incluye caminar, bailar, trotar, andar en bicicleta, entre otras muchas actividades posibles. Diversos estudios plantean que una vejez activa y saludable depende fundamentalmente de una vida diaria activa y saludable desde niños.

No basta sólo con tender a llevar una buena alimentación, equilibrada y variada, es necesario dejar de lado los prejuicios y movernos.

Hoy existen muchas alternativas posibles, no todas muy bien canalizadas, pero que, de una u otra manera, nos abren las puertas al maravilloso mundo de la actividad física. Las plazas activas, los centros vecinales, los programas de deportes para todos del IND, entre otros.

Hagamos que la actividad física sea parte de nuestra vida diaria. La moda del running nos deja calzado cómodo y ropa llamativa, los mega eventos deportivos nos estimulan a comprar televisores cada vez más grandes y con mejor definición, los noticieros y programas deportivos nos hacen consumir deporte, pero deporte ejecutado por otros.

La clave es hacer actividad física; movámonos, elijamos vivir activos. Esa es la receta.

Preparaciones típicas de invierno pueden ser más saludables

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Sopaipillas en todas sus variedades, calzones rotos, picarones, kuchenes, berlines o queques. Todos estos son algunos de los productos comunes en el invierno, a la hora de la once familiar.

Y es que en las épocas frías aumenta la secreción de algunas hormonas, como la melatonina, que es la encargada de hacer que disminuya la temperatura del cuerpo y éste sienta la necesidad de ingerir mayores cantidades de alimentos. El objetivo: aumentar el aporte de calorías y conseguir más calor. 'Eso hace que, en muchos casos, tendamos a consumir alimentos como dulces o derivados', afirma Nathaly Muñoz, coordinadora de la carrera Gastronomía Internacional de Duoc UC Concepción.

Sin embargo, conocido es que estas preparaciones no son las más saludables, pues tienen altos contenidos de masa, grasa y azúcar, entre otros; motivo por el que no se debe abusar de ellas. En ese sentido, Muñoz dice que según la última pirámide alimenticia, este tipo de alimentos aparecen en la punta, 'por lo que, ocasionalmente, podríamos permitirnos consumir este tipo de preparaciones, pues se consideran innecesarias para nuestra alimentación', puntualiza.

MÁS SALUDABLES

Lo que se busca durante la temporada otoño-invierno es algo calórico y, según la chef, también más elaborado, 'lo que acompañado de un té, café o mate, nos brinda satisfacción', plantea.

En ese sentido, Nathaly Muñoz hace el llamado a preparar estos productos en el propio hogar, ya que esto les da un valor agregado, pues se conoce la procedencia de sus ingredientes.

'Todo lo que nosotros preparemos en casa tendrá un valor agregado, el compartir con nuestros seres queridos, sumado a productos sin preservantes o aceites no reutilizados, entre otros aspectos, harán que nuestras preparaciones resulten más ricas en sabor y en nutrición para nuestros seres queridos', asevera.

Justamente, al hacer las propias preparaciones, se pueden buscar opciones para hacer más saludables estas recetas. Por ejemplo, dice que 'se pueden elaborar las sopaipillas de manera tradicional, pero reemplazando el freírlas en aceite, por el horneado. El sabor no varía mucho y además el aporte calórico es inferior'. Lo mismo recomienda en el caso de los calzones rotos, en que también se puede reemplazar el azúcar flor por miel o por azúcar rubia, que también resulta más saludable. 'En el caso de los picarones, podríamos reemplazar la chancaca tradicional por una light y dejar la salsa más líquida', agrega.

Por último, una buena alternativa es reemplazar las harinas blancas por las integrales.

'Todo lo que nosotros