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Estar en casa estresa más

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El hogar como lugar de descanso estaría sobrevalorado. Al menos, así lo sugiere un estudio que concluyó que las personas se estresan más estando en casa que en el trabajo. ¿Cómo lo notaron? Midiendo los niveles de cortisol en hombres y mujeres.

La investigación, realizada por el Council on Contemporary Families de EE.UU., indica algo muy distinto de lo que han mostrado algunas encuestas en los últimos años. Por ejemplo, un informe del Work and Families Institute (EE.UU.) arrojó en 2005 que casi el 90% de los trabajadores siente que no tiene suficiente tiempo libre debido a su empleo, o que su trabajo requiere de demasiado esfuerzo.

Otro reporte, elaborado en 2013 por el Pew Research Center, encontró que más de la mitad de los padres y madres trabajadores experimenta conflictos entre empleo y familia. Además, un tercio de ellos siente prisa en su día a día y casi un 50% de los padres trabajadores dijo que no tiene tiempo suficiente para sus hijos.

Incluso, un estudio anterior elaborado por el mismo Council on Comtemporary Families encontró que las personas dicen sentirse menos estresada en los días en que no deben trabajar que en los días laborales.

Pese a todas esas estadísticas recientes, la profesora Sarah Damaske y un equipo de colegas de la Universidad Estatal de Pensilvania encontraron que la gente tiene niveles significativamente más bajos de cortisol (un marcador biológico del estrés) en el trabajo que en la casa.

Según los académicos estadounidenses, estos bajos niveles de cortisol ayudarían a explicar una teoría que siempre ha sido difícil de reconciliar con la idea de que la oficina es una fuente de estrés: la hipótesis de que las personas que trabajan tienen una mejor salud mental y física que aquéllas que no lo hacen, según una publicación de la revista especializada Journal of Health and Social Behavior.

Contradiciendo la creencia popular, Damaske y su equipo encontraron que tanto hombres como mujeres tienen niveles más bajos de estrés en el trabajo que en la casa. De hecho, las mujeres pueden sentirse más renovadas a través del trabajo que los hombres, dado que a diferencia del sexo masculino, ellas se reportan más felices en el trabajo que en la casa.

Los investigadores quedaron aún más sorprendidos cuando detectaron que los padres -tanto mamás como papás- mostraban menores niveles de estrés en el trabajo que en el hogar. Sin embargo, los padres no experimentaron una disminución tan grande en sus niveles de estrés como los trabajadores sin hijos.

'Nuestros hallazgos sugieren que recomendarle a las personas renunciar o disminuir su carga laboral para resolver sus conflictos entre empleo y familia puede no ser el mejor consejo a largo plazo. Más bien, las empresas deberían considerar adoptar políticas amigables con la familia que le permitan a los trabajadores continuar recibiendo los beneficios del empleo y al mismo tiempo ser capaces de cumplir con sus responsabilidades familiares', escribió la profesora Damaske en el sitio web del Council on Contemporary Families.