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Falta de técnicos y profesionales TIC: Desafío y oportunidad

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Se ha detectado la falta creciente de profesionales y técnicos calificados para el área de las TICs, ya sea en redes o sistemas. Un estudio realizado por Acti y Aiep, en el que fueron encuestados más de 300 ejecutivos TIC en Chile, arrojó un déficit del 20% de especialistas del área, lo que no es consistente con la altísima empleabilidad, desarrollo profesional y altas rentas que ofrece este mercado.

A pesar de los esfuerzos de instituciones de educación superior, asociaciones gremiales y empresas TIC, éstos han sido insuficientes y no han logrado motivar a los futuros alumnos, a pesar de encontrarnos en uno de los mejores minutos de la historia del desarrollo de las TICs a nivel global. Este mercado mueve unos 3.880 mil millones de dólares al año (catorce veces el PIB de Chile), y localmente casi 9 mil millones de dólares al año.

Otros estudios más recientes han demostrado que la brecha sigue creciendo, proyectando sólo en redes un déficit al 2015 del 39%, lo que equivale a 15 mil especialistas en Chile y 300 mil en Latinoamérica, derribando de paso el mito de contar con especialistas de otros países para cubrir las necesidades locales. Este escenario puede impactar gravemente el potencial de desarrollo de proyectos rentables TIC si no se reactiva con más fuerza la formación de más especialistas.

Chile está en una posición inmejorable en Latinoamérica; este desafío puede convertirlo en una oportunidad país, pues cuenta con una importante presencia de grandes empresas (Apple, Google, Microsoft, IBM, Oracle, Cisco, entre otras), empresas de telecomunicaciones que siguen liderando en inversión e infraestructura TIC de última generación.

Falta integrar de mejor forma al Gobierno, hacerlo parte de una estrategia de desarrollo para que los colegios coloquen las TICs como una prioridad. Un gran ejemplo es la reciente incorporación de este tema en las mallas de los colegios técnicos profesionales. Se debe invertir más en alfabetizar digitalmente a los profesores y reducir la gigantesca brecha existente con sus alumnos.

Las empresas TIC también pueden aportar más e integrarse a estos esfuerzos país. Si bien hay varias en esa línea, se necesitan muchas más que se integren con el Gobierno.

La razón de ser del marino

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En editorial de revista 'Vigía' Nº 5 dice que Lamartine, famoso y antiguo historiador escribió: 'Entre el cielo y el mar está el marino; uno lo cubre, el otro lo sostiene; a veces son sus amigos, a veces son sus enemigos y a ambos debe conocerlos para luchar y vencerlos'.

Por ello, no es una casualidad que en el pasado los marinos de grumete a almirante, se hayan formado en la cubierta de los buques. Tampoco lo es que nuestras escuelas nacieron embarcadas y que, en el presente, el período de instrucción en el buque escuela son una etapa fundamental en la formación del marino. La verdad es que el marino se forma en al mar, en el elemento donde desarrollará sus actividades y donde permanecerá la mayor parte de su carrera profesional

El servicio a bordo es la savia y razón de ser del marino y de la Armada. Los buques constituyen la columna vertebral de la institución y sus tripulaciones la médula que da vida a la organización naval. Por ello, servir a bordo de las unidades que componen la Escuadra, otras fuerzas operativas o los buques auxiliares que, en conjunto, constituyen el Poder Naval, otorgan una especial motivación a quienes sirven en las filas de la Armada.

Más, la vida a bordo no es fácil. Exige sacrificio. El mar no es tan tranquilo como rezan las estrofas de nuestro himno nacional, ni el viento la suave brisa que incite a adentrarse en el océano. Viento y mar desatado con figuran un ambiente hostil al que hay que adaptarse, al que hay que vencer, para luego combatir en las mejores condiciones al adversario. Las largas horas de vigilia y los prolongados cruceros obligan a vivir separado de su familia y los amores y en una permanente tensión, exigida por el cumplimiento del deber, como no existe en otras actividades. Las dependencias de los buques de guerra distan mucho de ser las existentes en los cruceros turísticos, sin embargo, en uno y otro las obligaciones marineras son las mismas.

Los buques son cada vez más complejos y tecnificados, exigiendo mayores conocimientos, mayor dedicación y mayor responsabilidad. Esto exige calidad intelectual y una capacidad profesional cada vez mayor El esfuerzo personal y el espíritu de sacrificio es exigido al límite de la capacidad humana, lo que entraña cada vez más una fuerte vocación de los marinos. La vocación no se improvisa, ni es consecuencia del azar; se nace con ella, se cultiva en el aprendiz y se fortalece en el tripulante.

No obstante, las costumbres imperantes a bordo, el régimen y las normas de convivencia y disciplina que rigen la vida diaria en los buques y la lucha permanente contra el medio en que se desenvuelve fortalecen el cuerpo y templan el alma del marino. Y, la profesión, para quienes la abrazan con amor, trasciende más allá de los años dedicados a ella. El ejercicio de la carrera naval imprime una lucha imborrable que hace que el marino sienta nostalgia por lo que perdió cuando se desembarca y, mucho más, cuando es llamado a retiro.

Reforma tributaria y Servicio de Impuestos Internos

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Progresivamente va avanzando en su tramitación legislativa el proyecto de Reforma Tributaria impulsado por el Gobierno.

Uno de los aspectos mas debatidos se centra en las nuevas facultades del Servicio de Impuestos Internos para recalificar operaciones en caso que estime que se está en presencia de figuras elusivas destinadas a no pagar impuestos y sancionar a los asesores que intervengan en estas planificaciones tributarias agresivas.

Dicha normativa encuentra precedente en la realidad europea, en particular España y Alemania, en que la doctrina y jurisprudencia, nos da cuenta de dificultades en su aplicación.

Se trata de la Cláusula General Antielusiva, que en síntesis le permite al Servicio de Impuestos Internos establecer que en un caso concreto se ha abusado de las posibilidades de configuración jurídica para eludir impuestos. Como complemento, los asesores que intervengan en su diseño y planificación pueden ser objeto de multas.

De convertirse en ley exigencias ineludibles se imponen para garantía de sus destinatarios.

Es así que la vigencia de normativa de esta naturaleza requiere precisión y claridad conceptual y acatamiento del principio de legalidad en la fijación de tributos. De otro lado, la aplicación de una sanción administrativa debe sujetarse a la garantía constitucional de tipicidad, en orden a que la conducta que se reprime se encuentre descrita en la ley.

Salvadas estas prevenciones, es esperable que el criterio del Servicio de Impuestos Internos, se oriente a utilizar esta delicada herramienta en casos calificados y debidamente comprobados.

No nos olvidemos que toda ley tributaria tiene su correlato en Circulares del Servicio en que se fija su sentido y alcance y en que se establece la operatoria interna y cadena de roles para una ulterior decisión. Además de ello la certeza jurídica y la calidad de lo que se resuelva se optimiza con la intervención de abogados especializados, profesionales que en número creciente se han incorporado en el último tiempo a la institución fiscalizadora.

Por último, el test definitivo lo realizarán los nuevos Tribunales Tributarios y Aduaneros que rigen en plenitud en la totalidad del territorio nacional. Organos jurisdiccionales letrados, especializados e independientes, a los cuales no les obliga la interpretación del Servicio de Impuestos Internos.

Si el legislador es activo en la implementación de nuevas instituciones que propenden a la judicialización de los temas tributarios debe en una actitud consecuente fortalecer el recurso humano y material de dicha judicatura especializada, acotando los intentos de restringir su planta como aconteció en una primera etapa de su establecimiento definitivo, como resultado de un apurado diagnóstico.