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Crean en mí

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El Evangelio de este Domingo V de Pascua comienza con una frase de Jesús que es susceptible de una doble interpretación. En efecto, en la lengua original del IV Evangelio -el griego- la forma verbal de la segunda persona plural es idéntica en el modo indicativo y en el modo imperativo: 'Creen-crean en Dios, también en mí creen-crean'. Supondremos que los apóstoles, siendo todos ellos del pueblo de Israel, ya creen en el Dios único. Jesús, entonces, estaría exhortándolos a tener respecto de su Persona, la misma fe que tienen respecto de Dios: 'Creen en Dios; también en mí crean'. Jesús afirma que su Persona es objeto de fe, como es objeto de fe Dios mismo. Ésta es la clave de lectura de todo el Evangelio. Ésta es la clave de lectura, en particular, del pasaje que leemos este domingo que, precisamente, queda incluido en el tema de la fe en Jesús: 'En verdad, en verdad les digo: el que cree en mí también él hará las obras que yo hago, y hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre'.

En el Evangelio de este domingo encontramos la mejor explicación de una frase que en el Prólogo del IV Evangelio había quedado oscura. El Prólogo comienza afirmando la divinidad de la Palabra: 'En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios' (Jn 1,1). En su punto culminante afirma: 'La Palabra se hizo carne y puso su tienda entre nosotros' (Jn 1,14). Si se hizo carne -hombre en su aspecto material- es objeto de la vista y el tacto, como lo dice el mismo Juan: 'Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida... lo anunciamos a ustedes' (1Jn 1,1.2). Al final del Prólogo el evangelista repite algo que ya era claro en el Antiguo Testamento, a saber, que Dios no cae bajo el sentido de la vista: 'A Dios nadie lo ha visto jamás' (Jn 1,18). Pero luego, de manera adversativa, agrega el objetivo de la encarnación: 'El Hijo unigénito de Dios, que está en el seno del Padre, él lo ha contado' (Ibid.). Éste es el verbo oscuro: 'Lo ha contado'. En realidad, no resuelve la imposibilidad, porque 'lo ha contado' pertenece al sentido del oído y no de la vista. Ya los profetas y sabios de Israel habían hablado sobre Dios, entre otras cosas, diciendo: 'Mi rostro no podrás verlo -dice Dios a Moisés-; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo' (Ex 33,20). Se esperaba, entonces, que el evangelista dijera: 'El Hijo unigénito de Dios... él lo ha hecho visible'.

El anhelo que tuvo Moisés: 'Hazme ver tu gloria' (Ex 33,18), que fue imposible de satisfacer, es el que tenemos todos. El apóstol Felipe se atreve a pedir eso mismo a Jesús, pues piensa que él puede concedérselo: 'Señor, muéstranos al Padre y nos basta'. Podemos imaginar que todos los presentes habrán comenzado a reprender a Felipe por pedir algo que todos sabían que era imposible, algo que no se concedió ni siquiera a Moisés. Sólo Jesús permanece inalterado; es más, él considera que Felipe se quedó corto en su petición: '¿Tanto tiempo hace que estoy con ustedes y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?'. Jesús afirma, sin ninguna limitación, lo que el evangelista temió decir en el Prólogo: Él -Jesús- hace visible a Dios.

Jesús aparecía en todo como un hombre; era y es un hombre. Pero es el Hijo de Dios, que se hizo hombre sin dejar de ser Dios: 'Yo y el Padre somos uno' (Jn 10,30). Quiere decir: 'Somos uno y el mismo Dios'. Ésta es nuestra fe; ésta es la fe que permite ver a Dios en Jesús. Ahora entendemos por qué Jesús exhorta: 'Crean también en mí'. Ésta es la fe que examina en el apóstol: '¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?'. El que cree esto, cree en todo lo que Jesús hizo y enseñó; cree que él está ahora vivo y presente en su Iglesia y se hace visible en el culto y en la caridad de la Iglesia.

El que cree que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre comprende que Jesús es el único que reúne ambos términos: Dios y el hombre. Por él ha venido Dios a nosotros; por él debemos ir nosotros a Dios. Así podemos entender la esencial afirmación de Jesús: 'Yo soy el camino y la Verdad y la Vida; nadie va al Padre sino por mí'. El Padre es Dios, es la plenitud del bien y la belleza; es la plenitud de todo lo que puede anhelar el corazón humano. Lo dice Felipe: 'Él nos basta'. Por eso, es doloroso ver que tantos hombres y mujeres vagan fuera del único camino que los puede llevar a ese Fin. A ellos les repite Jesús: 'Crean en mí'.

Obispo de Santa María de Los Ángeles

El consumo de cigarrillo también afecta la estética

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Las consecuencias negativas que tiene el cigarrillo no son desconocidas. Destruye los pulmones y puede desencadenar en diversos cáncer que llevan consigo desenlaces tan trágicos como la muerte. Pero, así como este vicio daña la salud interna, también influye en el exterior, causando una imagen poco saludable y envejecida.

Así lo afirma la subdirectora de la Escuela de Estética Integral de Aiep, Isser Donoso, quien añade que ser fumador y vanidoso es una mala conjugación. En primer lugar, se arruinan las manos, ya que la nicotina empalidece la piel y sobre ella se acumulan tóxicos que vuelven los dedos y uñas de un color amarillento. Lo mismo sucede con la dentadura, ya que 'no existe un fumador que no tenga los dientes amarillos, algo muy poco presentable. Además, se produce alitosis o mal aliento bucal', explica. A lo anterior, agrega que 'disminuye la circulación de la piel y altera su nutrición normal, volviendo la piel del rostro y cuerpo amarilla, deshidratada, arrugada y sin el brillo de una piel joven'.

DIVERSOS RIESGOS

La experta asevera que las toxinas de los cigarrillos dañan las fibras y el tejido conectivo de la piel, provocando pérdida de elasticidad y fuerza de las células, 'por ende, el tabaco contribuye a que aparezcan estrías', puntualiza.

El consumo de cigarrillos también aumenta la secreción sebácea, influyendo en la aparición de caspa o acné, al mismo tiempo que el cabello se debilita, porque las toxinas del humo del cigarro dañan el folículo piloso. 'Los fumadores presentan problemas para sanar heridas de la piel, debido a que la nicotina produce vasoconstricción, limitando la oxigenación del flujo sanguíneo en los vasos del cuerpo. En consecuencia, un adicto al tabaco tiene más tendencia a tener grandes y poco estéticas cicatrices', alarma.

Por último, mayores son los riesgos cuando es una embarazada la que fuma, 'los que pueden ir desde la falta de oxígeno en el útero, produciendo bajo peso en el bebé, hasta retraso en el crecimiento intrauterino', finaliza.

¡Hazte parte, como si fuera el primer día!

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Hace unos días iniciamos nuestra Campaña, la cual se extiende hasta el 19 de mayo y espera sumar a casi 6 mil nuevos socios para el Hogar de Cristo en nuestra región.

¿En qué consiste la campaña? ¿Por qué todos los años se realizan campañas? Y ¿para qué?, son algunas de las preguntas que surgen.

Hazte Parte consiste en buscar nuevos socios que aporten una cuota mensual que nos permita cambiar las historias de vida de casi 4 mil personas que acogemos en la Región, a través de la entrega de servicios profesionales especializados de alta calidad.

Durante la campaña, con nuestros equipos de trabajadores y voluntarios, visitamos empresas, poblaciones, establecimientos educacionales, supermercados, bancos; dando a conocer lo que hacemos y las obras que hay en nuestra Región: Jardines Infantiles, Residencias, Programas Ambulatorios para Adultos Mayores, Centros para Jóvenes en riesgo social, Hospederías, Centros Comunitarios. Les contamos que gastamos un 85% de nuestros recursos en atención social directa y sólo un 15% en la administración de nuestras obras. Que los costos de atención, se elevan conforme sube el valor de distintos productos y servicios en nuestro país. Ejemplo de ello es que la atención de un Adulto Mayor en una Residencia cuesta $630.000 mensuales.

Los aportes de nuestros actuales socios son fundamentales y representan el 50% del presupuesto con que contamos para operar, sin embargo, siempre necesitamos convocar a más chilenos.

Sumar nuevos socios es fundamental, ya que la pobreza ha cambiado y la forma de abordarla debe ser cada vez más integral, con una atención sostenida en el tiempo si queremos generar cambios y abrir oportunidades para una vida mejor a las personas que acogemos diariamente.

Por todo esto es que necesitamos desarrollar campañas anualmente y motivar a la comunidad que se pregunta ¿para qué ayudar?

Es tarea de todos trabajar porque más chilenos tengan oportunidades de desarrollo. El Estado tiene la responsabilidad de generar las políticas públicas que permitan salir adelante a los jóvenes desertores escolares, proteger a nuestros adultos mayores, incluir a quienes tienen discapacidad mental, garantizar sus Derechos.

Sin embargo, corresponde a cada uno de nosotros el visibilizar estas realidades, abrir oportunidades y generar relaciones más sanas e inclusivas.

Todos los que vivimos en sociedad y creemos en la Justicia Social, sabemos que tenemos un rol fundamental en la construcción de un país con verdadero respeto, justicia y solidaridad.